viernes, 29 de abril de 2011

Como a Al Capone

Los camaradas no se pueden quejar, nosotros, como Brian de Palma, 
también homenajeamos a Sergéi Eisenstein y su acorazado Potemkin (?)

La Corporación es corporación, porque gobierna, sino no existe, no domina ni conquista, al fin y al cabo, sería un grupo de pymes.

Y como necesita de la democracia y su flexibilidad, obviamente necesita de una estructura tal que le permita no cumplir las leyes que por otro lado promueve, por supuesto, total a ella no la afectan.

Entonces, de esta manera, puede exprimir al Estado con subsidios y beneficios y por supuesto evitar pagar buena parte de los impuestos a lo que gana. Rentabilidad al mango.

Este modelo, ni neoliberal, ni liberal, ni capitalista ni ocho cuarto, puramente imperialista, es el que se ha dado desde que el hombre empezó a escribir la historia. Exprimir al pueblo, saquearlo, hasta acabarlo.

Hace un tiempo citábamos al cura Scannone y su conceptualización sobre explotación y exclusión. El delito más grave no sería entonces la evasión, sino el más difícil de probar, las muertes (¿asesinatos?), la marginación, las consecuencias, los daños colaterales o los objetivos buscados.

Por eso el bardo que se puede llegar a armar a partir de la evasión de impuestos, que venimos siguiendo, puede ser bastante grande. Y tal vez esta sea una pelea más dura que recuperar YPF o los ferrocarriles, y más importante.

1 comentario:

edgardo dijo...

la pelea va a ser dura, eso es seguro,pero tambien es seguro que hasta ahora se han dado varias y quedo demostrado que el lomo ,para los golpes, aguanta.

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