Juan José Hernandez Arregui Uno de los que nos enseñó a "pensar en Argentino" |
Abarcaban todos los temas imaginables dentro de la sociedad. Detallaban los porqué y los como de cada una de las acciones a desarrollar. Economía, Salud, Educación, Políticas Impositivas, Políticas Sociales, Transportes, (marítimos, terrestres y aéreos) Defensa Nacional, en fin, todo aquello que podía suscitar el interés de los ciudadanos.
Generalmente eran libritos, donde se desarrollaba detalladamente cada uno de los tópicos, y eran resumidos en folletos mas manuables (y mas baratos tambien, ¿porque no?) que eran entregados junto con las boletas para el sufragio.
Por aquellos tiempos, los Profesores de las materias correspondientes pedían a sus alumnos que hicieran trabajos prácticos comparativos entre las Plataformas Electorales de los distintos Partidos, y allá salían los chicos de las Secundarias a recorrer los locales partidarios recabando el material, cosa que de paso los hacía conocer las distintas actividades propias de los Comités o Unidades Básicas, encontrándose a veces con sorpresa que aparte de la actividad propia de un Partido, el ellos había Bibliotecas, se daban clases de apoyo escolar, se enseñaba costura o cocina, o se hacían actividades culturales de la mas diversa índole.
Había veteranos militantes que recomendaban lecturas de aquellas bibliotecas, y promovían discusiones posteriores en lo que en la jerga radical se conocía como "Ateneos", donde hacíamos nuestras primeras armas en discusiones, pulíamos nuestra oratoria para exponer nuestros pensamientos con claridad y contundencia. Que despues lo lográramos es otra historia, pero ¡vaya si lo intentábamos! Muchos veteranos como el que ésto escribe canalizamos en estas actividades nuestras inquietudes sociales, y nuestros primeros pasos.
Esto parece historia antigua: sin embargo tenía plena vigencia treinta años atras. Luego, con el correr del tiempo, y tal vez por el desarrollo de los medios de comunicación, principalmente la Televisión, que primero "concentró" el tiempo libre de la gente al ámbito de sus domicilios, y por ahi influenciados también por el "Homo Videns" de Giovanni Sartori, ese personaje que frente a la pantalla ve pasar la vida que le muestran, y termina convencido de que esa es la realidad, y no la que él mismo ve cuando sale de su casa e interactúa con el resto de la sociedad, la dirigencia política se dejó llevar mansamente a una situación en que su contacto con el ciudadano, pasa por el estudio de TV y no por el contacto con sus presuntos votantes.
Unos menos, otros mas, todos usan las herramientas comunicacionales. Y no es que haya algo de malo intrínsecamente en eso. Son herramientas, y como tales están para ser usadas. El nudo pasa por saber como...
Porque el uso indiscriminado de la herramienta comunicacional ha llevado a adquirir formatos de
"marketing", y así las "plataformas" fueron desechadas por engorrosas y poco adaptables a los tiempos del "homo videns". Entonces por esos esfuerzos semánticos de los "creativos" se transformaron en "propuestas", mas aptas para el consumo rápido. Esa trampa semántica tiene otra consecuencia a saber: No es lo mismo "proponer hacer" que comprometerse por escrito a hacer determinadas cosas que en forma implícita estaba en la antigua plataforma. El proponer es un compromiso mas laxo, mas elástico, mas fácil de explicar cuando la "propuesta" resulta incumplida. La "propuesta" carece de un componente fundamental, cual es el "como" vamos a hacer para cumplirla, al margen de suponer una complicidad o compromiso del votante con el votado en la responsabilidad de gobernar.
En todo esto subyace a mi entender una profunda subestimación del ciudadano. Posiblemente por la aceptación a libro cerrado de los publicistas (y algunos políticos) de pensamientos desarrollados sobre experiencias de otros pueblos y otras culturas.
Desconocen los publicistas (y algunos políticos) que esta es la República Argentina, y que aqui se desarrolló el pensamiento de Yrigoyen, que luego fuera retomado por Perón, y que eso ha creado algunos anticuerpos en el pensamiento de la ciudadanía, que es mucho, pero mucho menos gil que lo que ellos creen.
No lo subestimen, se pueden llevar sorpresas desagradables....