lunes, 23 de noviembre de 2015
Hacer de la derrota una victoria
Por
Unknown
Primero,
leer a Gerardo Fernández acá
leer a Pablo Ibañez acá
¿Qué nos queda para poner en la mesa de arena?
-Antes que nada, la victoria de Macri para administra el empate. La legitimidad des-legitimada. Un ensayo ya fue hoy la reacción de los trabajadores de LN. La victoria por 10 o 15 puntos permitía mayor margen de maniobra, esta por 3 (1,5 en realidad), ya no tanto. El mercado celebró mucho más la primera vuelta en la derrota de Macri que la segunda en su victoria. ¿Podrá cumplir con lo acordado? A los ejes pleno-empleo/poder adquisitivo del kirchnerismo, esto de desarrollo con inclusión, Cambiemos opone con endeudamiento/devaluación y 0 retenciones. Ejes que benefician directamente sólo a las 5 familias que ostentan el poder, de las que siempre fuimos opositores, no sólo ahora. Para 4 de esas familias, las medidas acordadas con Cambiemos deben ser tomadas de inmediato, que es lo que les sirve. Megaganancias en pocas semanas, días. Eso generará inevitablemente el desgaste de un gobierno, que para cuando deba terminarse, ya poco le importará a esas familias. Los gobiernos son de descarte, cargos menores, como supo decir el contador de la 5ª familia, y CEO del Grupo. Pero para el Grupo, esa urgencia puede que no sea conveniente ¿Una pronta finalización del gobierno de Macri, o un gobierno prematuramente desligitimado, podría generar una vuelta del kirchnerismo con la fuerza capaz de terminarle de torcer el brazo al poder judicial? Ese es el único infierno tan temido de Clarín. No otro. Así las cosas, Macri se encuentra entre el gran dilema de responderle a esas familias y a su electorado puro y duro (no más del 35%) y arriesgarse a no poder acumular poder, o postergar todo hasta acumular el poder necesario, que le generará por supuesto, conflicto con esas familias. 1,5% de diferencia era demasiado poco.
-Ahora sí, la derrota del kirchnerismo ¿Qué queda? Enumeremos supuestos debilitados ¿CFK, La Cámpora, el kirchnerismo puro y duro? Enumeremos supuestos fortalecidos ¿Massa, De la Sota, los dirigentes que se alinearon a regañadientes estos 12 años, los que años más, años menos, defeccionaron? ¿Qué costos pagarán los supuestos fortalecidos, representados si se quiere en esos veintipico de puntos de la primera vuelta, a la hora de enfrentar a Cambiemos?¿Podrán capitalizar el enfrentamiento? El kirchnerismo está frente a la gran posibilidad de reformularse, deconstruirse. Resiliencia pura y dura que siempre lo caracterizó ¿O no fue un gran transformador de paradigmas (derrota de la gobernación de la PBA incluída, je)? El kirchnerismo cuenta con algo que los demás espacios no tienen. Un proyecto tangible, que será cada vez más tangible, en cuanto Cambiemos sea cada vez más Cambiemos. Y la naturalización de la que habla el compañero Gerardo Fernández, mutará a valoración de lo que ese proyecto, y no otro, fue capaz de hacer. Cuenta además con algo novedoso, militantes inorgánicos dispuestos a militar más allá de las estructuras partidarias, que representan fielmente a ese casi 50% que se dio cuenta que el futuro no estaba en el cambio, sino en el tiempo.
Hay otro paradigma que el kirchnerismo debería romper, y que es mandato de Cristina. La acumulación de poder más allá de los personalismos. La candidatura del proyecto. Tal vez lo más difícil. Y como dijimos acá y acá ni bien terminada la primera vuelta, ser más inteligentes que amorosos, sin tanto autor que leer y más timbre que tocar, valorando esta vez sí, y definitivamente, que para ganar, la forma, es tan (o más) importante que el fondo.
domingo, 22 de noviembre de 2015
Reiterando:
Para los jóvenes militantes, les dejo esta poesía de Daniel Giribaldi, lo hago desde mis 73 años, con mas de 50 de militancia:
Yo mismo
Me parezco a aquel viejo cenicero,
(un diablo de metal) que había en casa,
con la frente arrugada como pasa
y algo jodón al campanear cabrero.
Todos me apagan puchos en el cuero
-igual que al cenicero- y mi viaraza,
por una bronca de ceniza y brasa,
me hace querer al fuego que no quiero.
Vos y yo, cenicero estamos locos,
revirados de atar. Mirá que muchos a matar
nos tiraron como a pocos
e igual al fuego le jugamos risa.
¡Hemos visto quemarse tantos puchos,
que ya no nos calienta la ceniza!
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