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Consciente del riesgo que implica salir a opinar en caliente, sin esperar a que el tiempo decante las sensaciones y deje lugar a análisis mas racionales, uno no puede dejar de arriesgar algunas reflexiones nacidas de los sentimientos con respecto a los sucesos de éste 17 de Octubre.
Inhibido el Frente Gobernante de promover los actos masivos, dejó -en acuerdo con Moyano- actuar a las organizaciones Gremiales, dentro de determinados términos.
Así Camioneros, Trasporte de Pasajeros, Taxistas, movilizaron vehículos por la mañana, dejando así de lado la participación "de a pié" con su peligrosa concentracion de personas en tiempo de pandemia.
Por otra parte, se viralizaba un sitio el las redes sociales, para que aquellos que quisieran adherir a la convocatoria en forma virtual tambien "marcaran" su presencia
Y así fueron trancuriendo las horas. Los camiones hicieron su caravana, acompañados por colectiveros y taxistas con sus vehículos. Ahí se comenzó a visualizar que la movida era grande. No había la movilización de "a pié" de otros sindicatos. Lo mismo por parte de Organizaciones Sociales (Mov. Evita, Barrios de Pié y otras habituales concurrentes).
Mientras tanto, el ejército de trolls a sueldo, y voluntariosas Doña Rosa difundían caravanas de colectivs que desde las provincias "arreaban" manifestantes. (17 desde Misiones, 6 de La Rioja ¿en tempos de pademia y barreras sanitarias?). Lógico, todos los lugares comunes habituales. Para sus mentes colonizadas únicamente desde el Conurbano y provincias empobrecidas solo se puede conseguir amontonar a la negrada en el centro de la CABA, ciudad impoluta su las hay.
Un acto formal en la CGT, del cual se iba a participar masivamente, como dijimos por las redes sociales. Pero al contabilizar mas de un millon de "concurrentes virtuales" se prendieron luces rojas, y los sitios fueron objeto de un múltiple hackeo y ya fue imposible toda comunicación.
Los esperables rumores y trascendidos sobre la presencia o no de Cristina en el acto de la CGT corrían por los mentideros acostumbrados. Nada extraordinario.
Y a media tarde se produjo lo inesperado y desconcertante. Caravanas de autos particulares desde "los 100 barrios porteños" empezaron a confluir con sus banderas, cuidadosamente "embarbijados", al centro de la ciudad. Como en aquel 17 de Octubre, "el subsuelo sublevado de la Patria" al decir de Scalabrini Ortiz, cantó presencia y cambió la Historia, apareció de la nada un actor impensado; un sector de clase media (o mediana) a la que el Radicalismo+PRO considera su propia tropa, y a la que algunos peronistas desdeñan y dan por perdida.
Sin insultos, con respeto (bastante) a las prescripciones sanitarias de esta pandemia, sin agresiones a periodistas. Mucho Golcito, mucho Renault Clio, y sobre todo mucho utilitario tipo Partner, típico vehículo de almacenero o plomero, que durante la semana es herramienta de trabajo, y el fin de semana pasea con la familia. Mezcladas en la caravana,algunas Hi-Lux o similares marcaban su presencia (mejor, la de sus propietarios).
Sería muy apresurado hacer afirmaciones concluyentes sobre la incidencia de estos hechos, pero podemos pensar que el hartazgo producido por manifestaciones de desquiciados presionando (o intentando presionar) al Gobierno, a la Justicia, y a todo aquello que tenga olor a pueblo, fué generando un caldo de cultivo propicio a salir a la calle y con su presencia decir BASTA.
Si esta movida resulta en un fortalecimiento del accionar del Gobierno, será motivo de observacion y se verá con el tiempo.
Como asimismo si la Corte Suprema de Justicia toma nota de que esta presencia masiva puede ser un indicio de que "el horno no está para bollos".
Que en plena CABA, aparezca un alto volumen de "autoconvocados" (éstos sí, vinieron en auto...) rompiendo la lógica PRO de considerarla su terreno propio, no deja de ser un fenómeno a ser tomado muy en cuenta.