Hay momentos en que los avances tecnológicos nos abruman. Sobre todo a los que ya somos mayorcitos, que venimos de la época del telégrafo Morse, los teléfonos a magneto y los caminos de tierra.
De pronto nos enteramos de la existencia de las computadoras, alla por la década del '60 ¡del siglo pasado!, y en unos años mas se popularizaron y aunque nos costó un esfuerzo pudimos comprender que eso significaba un enorme salto hacia adelante en la democratizacion del conocimiento y en la ampliación de nuestro horizonte intelectual. Nos permiten el acceso inmediato a las fuentes de la información, a la cita bibliográfica, a la última publicación científica, en fin, pone a nuestro alcance una cantidad de accesos que de otra forma nos llevarían meses o años lograr.
Inmediatamente después o junto con, toda esa tecnología aplicada a la comunicación nos trajo la telefonía celular, y ahi nomás al toque, como una derivación de internet, la multiplicidad de las redes sociales, los correos electrónicos, facebook, la posibilidad de expresar nuestros pensamientos a traves del blog, que con sus mas y sus menos han permitido la "viralización" del pensamiento de muchísimos ciudadanos "de a pie" que de otra forma jamás hubiéramos tenido oportunidad de conocer.
Sin embargo, todo ese avance tecnológico tiene una limitación y esa limitación está precisamente en la mente de quienes los utilizan.
De pronto, y a través de las redes sociales, como si fuera un fantasma de tiempos medievales aparecen cosas que nos hacen pensar que hay barreras que se tardará mucho tiempo en superar.
Cada tanto, se viralizan, mediante esas mismas redes algunas cosas que nos llevan cientos de años atrás, que apelando a la sensibilidad de algunas personas nos dejan pensando que si bien hemos avanzado tecnológicamente, ese avance no produce un efecto generalizado de mejoramiento en los razonamientos lógicos.
Hace un par de años se difundió profusamente la presencia de una Traffic blanca, de la que se daba hasta la patente, en diversos puntos de la geografía argentina, a veces en tres o cuatro lugares distintos el mismo día y a la misma hora, y siempre intentando secuestrar alguna criatura o alguna chica.
Cuando ese sucedido fue cayendo en desuso, apareció un taxi misterioso, que siempre tomaba un rumbo diferente al que la pasajera le había solicitado. Ésta pedía ayuda por su celular a algún familiar o allegado que daba aviso a la policía que interceptaba al taxi y salvaba a la chica de caer en manos de una red de trata.
Estos últimos dias, ha aparecido una nueva variante, que es "la viejita renga con el enterito celeste que no entiende el funcionamiento del celular", donde al parecer la joven incauta que toma el celular en sus manos queda envenenada por una misteriosa sustancia que la hace presa fácil de sus raptores, que utilizan la la viejita como carnada. (Una especie de variante aggiornada del Cuento de Blanca Nieves y la manzana envenenada).
Todas estas "leyendas urbanas" tienen algunos puntos en común, a saber:
1) Nunca es la persona a la que le sucedió la que lo difunde. Siempre es "la amiga de de la hija de un vecino", "la prima de una de mis alumnas", o alguna otra explicación similar que pretende dar un barniz de verosimilitud al asunto
2) Siempre a la víctima "la vio un médico" (que no se sabe quien es ni en que establecimiento sanitario la vió), siempre "hicieron la denuncia" (nunca se dice en que comisaría o fiscalía la realizaron).
3) Nunca se sabe que fue lo que hizo la Policía que interceptó el taxi (que generalmente según la versión, encuentra en el celular del taxista un mensaje que dice "ahi te llevo otra"), con ese taxista-secuestrador.
3) Cuando uno rastrea un poco en l@s difusores de estas cosas ve en sus perfiles que son personas de clase media baja, o media-media, con un aceptable nivel de estudios (secundarios completos e inclusive terciarios) que harían presuponer que han accedido a niveles educacionales que deberían haberles dado las herramientas necesarias para un ejercicio del razonamiento que les hiciera advertir el cúmulo inocultable de inconsistencias de lo que difunden a título de advertencia. (Inclusive he detectado a alguna diplomada en trabajo social, que precisamente por su entrenamiento profesional y su experiencia debería tener capacidad de separar la paja del trigo).
Un misterio; aparte del originado por la persistencia de criterios medievales enquistados en la sociedad moderna, ¿como y donde, por quien y para que se originan estas versiones? ¿Porqué siempre aparecen mas o menos para fines de año, cuando desde otros lugares se alimentan otros fantasmas medievales como las "hordas de saqueadores"?
Ya han pasado muchos años del "Juicio a las Brujas de Salem" y de las hogueras purificadoras de la Inquisición, pero parece que en algunos manuales operativos, no ha pasado el tiempo, y se han potenciado con los avances tecnológicos y comunicacionales.
Ver acá: y acá. y acá tambien.
Y acá nos informan de un "efecto colateral" de lo que veníamos diciendo:
Aquí en Misiones también apareció. En facebook corre el cuento ese. Lo peligroso de esto es que alguien le sacó una foto a una señora cualquiera en la calle en el centro de Posadas y se la agregó a la historia, para darle más verosimilitud. Ahora las hijas y nietas de la señora piden por favor que no la divulguen por falsa, porque varios la insultaron y atacaron a la señora de la foto...
Acá a Córdoba ya llegó, Antonio. Lo más curioso es que hay algún boludo que se presta abiertamente porque me llegó un mensaje de audio por whatsapp narrando con tono cordobés lo "sucedido".
¿Será que solo avanzamos en lo tecnológico? ¿Será la estupidez humana un escollo insalvable?
Antonio (el Mayolero)