lunes, 31 de agosto de 2015

Serie Inundaciones: Factores Concurrentes (IX)

El arado de cinceles
La introducción de especies exóticas en un ecosistema es una cuestión que en el largo plazo acarrea inconvenientes. Máxime cuando alguna de esas especies por cuestiones estrictamente comerciales o de mercado toma valores que al producir ganancias extraordinarias, tienta a los explotadores de ese ecosistema al monocultivo.

No debemos dejar de considerar que vacas, caballos ovejas y cabras y cerdos son especies exóticas introducidas por el hombre. La soja, el trigo, la cebada, el sorgo, el lino son tambien introducidas por el conquistador europeo. Y casi le diría que el maíz, y el girasol si bien son originarios de nuestro continente, no son propios de la Pampa Humeda. Una introduccion mas cercana pero al ecosistema al que nos estamos refiriendo, es cuasi exótico.

Por lo tanto, para hacer funcionar comercialmente esas producciones en gran escala, fue necesario modificar los suelos por medio de la labranza. Su primer objetivo, ir eliminando las especies vegetales naturales, no aptas para su explotación comercial, ya fueran como forraje o grano. Segundo objetivo, "ablandar"  por así decirlo el suelo para permitir la mayor absorción de las lluvias, que acumuladas en el segundo perfil del suelo, por capilaridad alimentaran los sembrados con la humedad necesaria.

Primero mediante la labranza convencional (arado, rastras para refinar el suelo, siembra, y otras labores culturales como escardilladas y aporques). En la inmediata posguerra (fin de de los '40, principios de los '50) aparecieron los primeros agroquímicos (herbicidas) que sirvieron para ir eliminando malezas (llamamos malezas a especies vegetales sin valor comercial para el cultivo específico que estamos haciendo, aunque esas especies sean valiosas desde otro punto de vista).

Paralelamente, se produjo la mecanización de las labores agrícolas (mecanización que no es tecnificación, ya que solo reemplazó la tracción a sangre por el tractor).

Comenzaron con el tiempo a notarse los "efectos colaterales" de este sistema convencional de labranza, especialmente en los bordes de la pampa humeda, y transición a la semi-árida, principalmente la erosión eólica a la que ya nos referimos con respecto a lo sucedido en la Provincia de La Pampa. Tambien comenzaron a manifestarse fenómenos de erosión hídrica en los períodos en que las lluvias abundaban y superaban por su frecuencia y volumen a las marcas normales, arrastrando esa delgada capa de humus sobre la cual se sustenta la agricultura y la ganadería.

La creación del INTA en 1958, dio comienzo a una etapa de investigacion científica coordinada en todos los campos de la producción agropecuaria, y entre ellos la conservación del suelo, fue fundamental. Los investigadores con residencia en las zonas mas comprometidas comenzaron a trabajar sobre el tema, y para la década de los '70 desarrollaron nuevas técnicas de labranza llamadas de "mínima labranza" o "labranza vertical" en que ya no se invertía el pan de tierra como se había venido haciendo durante casi cien años. La incorporacion de los residuos de las cosechas (rastrojos) manteniendo la permeabilidad del suelo, y la implantacion de cultivos "bajo cubierta" de esos residuos, tuvieron como resultado la recuperación paulatina de predios que habían quedado muy reducidos en sus posibilidades productivas.

A esto, ya me referí acá.acá, y acá. desde mi propia experiencia personal como agrónomo y chacarero.

Y así llegamos a dar un  nuevo paso que es la introducción de la siembra directa, de la que hablremos mañana para tratar de cerrar la serie.


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