Un viejo amigo, ahora residente en Buenos Aires, me participa de sentimientos, vivencias. recuerdos y esperanzas, a raíz de la concentración del 24 de Marzo. Y aqui la comparto con los amigos. Antonio (el Mayolero)
31 de marzo de 2019 desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Querid@s, muy querid@s tod@s:
No les digo una novedad, más bien expreso un sentimiento que se ve en muchas de nuestras caras (lo he palpado y visto el pasado 24): no la estamos pasando bien… porque nos gobierna un proyecto de hambre, represión y muerte… no la estamos pasando bien… y por lo tanto y sobre todo llegando al 24 de marzo, el nivel de mierda (Mierda: Léase impotencia, dolor, odio, recuerdos y siguen las firmas) se fue acrecentando notable y peligrosamente y como dice el compañero y hermano de la vida Antonio, “hay que hacer algo para que no te tape…”; ayer vino mi hija María a almorzar y pasamos un momento muy bueno, delicioso, hablamos de muchos temas, pero no quise hablarle de esto… se fue y al rato me di cuenta que no había alcanzado porque todo volvió a rondarme, por lo tanto, aquí estoy.
En la mañana del domingo 24 de marzo en el diario “Página/12”, contratapa, salió un artículo firmado por Hugo Soriani que se titula “Cuarenta y tres años” y cuenta la historia de la compañera detenida desaparecida Herminia Falk, a partir de otra compañera sobreviviente del mismo campo, Susana Sastre. Aunque seguramente quizá ya lo han leído reitero algunos de sus párrafos, dice Susana Sastre: “El 24 de diciembre de 1976, vísperas de Navidad, los militares estaban enloquecidos porque habían detenido a una persona y empezaron a sacar de la cuadra a algunos de nosotros para que la reconociéramos…” “A las ocho de la noche entraron a la cuadra varios torturadores, entre ellos, Luis Manzanelli y el Nabo Barreiro, muy excitados, transpirados, corriendo porque se les hacía tarde para ir a festejar en sus casas con sus familias...” “… Pero no sabíamos quién era esa compañera que había quedado ahí, en la sala de torturas tendida y abandonada porque ellos se tenían que ir a festejar a sus casas”… Se llamaba Herminia Falk, 25 años, trabajadora del calzado y militante del PRT, la habían agarrado con panfletos. Otro testimonio, Liliana Callizo: “… Sentí el olor a carne quemada, a sudores, al agua podrida del tacho. Sobre ella estaban el Sargento Hugo Herrera y el Sargento Luis Manzanelli con un garrote de madera. A dos pasos miraba el Teniente Primero de Ejército José Carlos González , apodado 'Juan XXIII' por su ‘profundo cristianismo’. Combinaban picana con golpes de garrote mientras ella gritaba: ‘Mis hijos no, mis hijos no…” Y termina el testimonio: “Agonizante, con el cuerpo lacerado y en carne viva, acarició la cara de una compañera que trataba de aliviarla en sus dolores. La miro a los ojos y le dijo ‘gracias’, volteó su cabeza y murió.”
Y los asesinos se fueron rápido, se hacía tarde, con seguridad al llegar a sus casas habrán recibido algún regaño del tipo: “Viejo, qué tarde llegaste… bañate, cambiate, que se hace tarde…” Luego, como “buenos católicos” que se reivindicaban habrán festejado la llegada del Niño Jesús… Dicen que el Niño Jesús le preguntó a sus seguidores por qué de los muchos que estaban festejando su llegada, había algunos que escondían sus manos… Quien le habrá dicho al Niño que esos las escondían porque las tenían llenas de sangre…
Luego de esto fuimos a la plaza todos, como siempre, a reafirmar que fueron 30.000; por la memoria, la verdad, la justicia, castigo a los culpables y contra el negacionismo de Macri y Cambiemos y para gritar que vamos a volver. Y allí estuvimos, de un lado y del otro de la larga bandera con los rostros de las compañeras y compañeros, entre los cuales seguramente estaba el de Herminia Falk. De este lado, Daniel iba primero en su silla de ruedas supersónica empujada primero por Cristina y luego por Marcelo, haciendo las veces de mascarón de proa de nuestro grupo… luego venían Mónica, Cristina, Teresa, María, Riki (¿me pareció a mí o atrás de Riki venía el flaco Ricardo, el que no está pero está siempre… si, seguro que era él, como no iba a estar) y cerraban Lilí y Daniel… del otro lado de la bandera María Laura, Yoyi, Isabel… muchos, muchos, pero muchos jóvenes… Se leyó el documento de los organismos, se pidió por aquellos que sepan sobre los nietos todavía desaparecidos para que den su testimonio… y llegó el final con la consigna de “Memoria y Unidad” y reafirmación “Que fueron30.000”. Fue una gran marcha, multitudinaria, quizá a la espera de ese otro encuentro que van a ser las elecciones de octubre.
Volvimos con la alegría de haber reivindicado a nuestras compañeras y compañeros, de saber que no nos han vencido, de saber… pero, pero, la Herminia y sus asesinos me seguía rondando en la cabeza…
Anteayer llamó Teresa. Hablamos de varias cosas, nietaje incluido, los JJ, hasta que dice: tengo dos noticias para darte una buena y una mala… adelante –dije–… ya no hay espacio para quitarle el cuerpo ni a las buenas ni a las malas… la buena de Rodolfo y Ana… y sí era buena de verdad… la mala de Adalberto Rosetti y sí era mala de verdad… Murió Adalberto Rosetti al que conocimos en el exilio, no nos unía una amistad, sólo la militancia, Cristina sí lo conocía más, tanto a él como a Liliana Ross, su compañera; eran de Chacabuco, militantes de Montoneros, Liliana detenida desaparecida y embarazada de mellizos, que era la información que él tenía… siempre los buscó… Adalberto para nosotros en el exilio era el símbolo de esa búsqueda representada en el país por las Abuelas… Regresamos, Adalberto, habiendo hecho otra pareja y teniendo otros hijos, siguió buscando a los mellizos… en un momento, se supo a través de Abuelas que habían aparecido mellizos y todos nos alegramos por Adalberto, pero… pero, el ADN dijo otra cosa, eran los mellizos buscados de la familia Reggiardo-Tolosa… y sin saber cómo habría quedado quedado porque entendimos que se habría hecho muchas ilusiones, no había muchos mellizos apropiados, siguió la búsqueda con Abuelas… lo vi varias veces, casi siempre ligado a actos por los derechos humanos, estaba ejerciendo como abogado de los sindicatos… y al final, llegó la verdad, “la que no tiene remedio”, imparable, dura, la que te sacude, la que no podés ni querés evitar: no eran mellizos, había sido una/uno solo… y Teresa me contó una parte y la otra Cristina, el Equipo Forense había encontrado a Liliana y dijo: “Liliana nació el 14 de septiembre de 1955 en la localidad de Chacabuco, provincia de Buenos Aires. Sus amigos la llamaban "La Lechuguita", "La Rusita" o "Irmi". Formó pareja con Adalberto. Militaba en la organización Montoneros. Sus compañeros la llamaban "La Gorda". Fue secuestrada el 10 de diciembre de 1976 en la vía pública de la ciudad de La Plata cuando se encontraba embarazada de cuatro meses. Por testimonios, pudo saberse que permaneció detenida en la Guardia de Infantería de 1 y 60 en La Plata.
En el marco de la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas llevada adelante por el EAAF, los restos de Liliana fueron identificados. Había sido inhumada como NN el 2 de febrero de 1977 en el cementerio de San Martín. El 28 de marzo de 2011 la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la ciudad de Buenos Aires lo ratificó. De esta manera, pudo comprobarse que su embarazo no llegó a término y que la joven fue asesinada el 1° de febrero de 1977 en un enfrentamiento fraguado ocurrido en las calles Pasco y Roca de la localidad de Ciudadela, provincia de Buenos Aires.
La joven fue asesinada durante su embarazo.
¡¡Qué asesinos!!... ¿cuántas palabras más hay para describir esto y sobre todo describirlo en términos humanos?, ¿se puede?... ¿y a los que los mandaron, ordenaron, adiestraron, calmaron sus conciencias, a esos, cómo?
Cristina también me dijo que Adalberto, sabiendo que Liliana estaba muerta aunque todavía no la habían encontrado, guardaba la esperanza de que sus asesinos la hubieran dejado terminar su embarazo antes de matarla. No fue así.
Y después el viernes 29, 19 horas, el Area Transdepartamental de Folklore, unidad académica perteneciente a la Universidad Nacional de las Artes, –universidad donde yo laburo, pero no en Folklore– propuso y fue votado por unanimidad del Consejo Superior la entrega del título Doctora Honoris Causa para Taty Almeyda, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora… Fue una ceremonia nada académica como todas las de la UNA, estuvo el ballet de tango y el de folklore, ambos muy buenos… una compañera venezolana tocó y cantó con su guitarra en honor a Taty y también gritamos por Venezuela, por Maduro, por Chávez… un escultor donó al Area de Folklore una escultura con la cara de Evita…¡¡preciosa!!… también gritamos y aplaudimos… luego, un video de Taty donde cuenta su vida y la lucha de Madres, lo que fue la llegada de Néstor y Cristina y a continuación subió Taty al escenario con el aplauso de manos rojas de todos nosotros que subimos con ella y su pañuelo… discursos varios reivindicando la memoria, llegó la entrega del diploma, otra escultura de regalo a Taty y Madres de La Cárcovay luego habló Taty como siempre, fuerte, luchadora, reivindicando a su hijo Alejandro desaparecido y en él a todos los 30.000… contra el negacionismo de Macri y Cambiemos… por Memoria y Unidad… pidiendo sacar a Macri… “pero por los votos y para eso la Unidad de todos contra este proyecto”… recordó a sus compañeras de Madres que ya no están… como siempre, muy fuerte, muy política y reivindicando con todos nosotros que no nos han vencido… tal como cantamos en las marchas: “…A pesar de los golpes y de los fusilamientos, los compañeros muertos y los desaparecidos, no nos han vencido”.
Todo lo que conté nos reafirma, me reafirma, en la voluntad de seguir peleando, militando como lo hacemos, donde podemos, con quien podemos y con un gran desafío por delante que así como nos alegra, nos llena de incertidumbre: la construcción de la unidad para derrotar a Macri, Cambiemos y al neoliberalismo que muchos pensamos y creemos que tiene que liderarlo Cristina.
Por Herminia y Liliana, también nos reafirma en:
No vamos a olvidar
No vamos a perdonar
No lo vamos a hacer
Bueno y hasta aquí. No sé si el nivel de mierda habrá bajado, pero les dimos voz a Herminia, Liliana y Adalberto… para la mayoría de ustedes que no los conocieron y también identificamos a los asesinos, instrumentos del sistema integrado por los milicos pero también por empresarios (Léase Ford y Mercedes Benz como ejemplos de muchos), por los integrantes dela Iglesia que acompañaron este genocidio, por los muchos que también acompañaron o miraron para otro lado, sí, identificamos a los asesinos… que quizá la categoría asesino ya no les cabe porque es una valoración humana y ellos ya están más allá…
Vamos con nuestras historias, vamos con Herminia y Liliana y Adalberto, vamos con nuestras vidas en contra del neoliberalismo y su proyecto de hambre y muerte, vamos a pelear para construir esa unidad… (Continuará).
Las llevo a todas y todos en mi corazón.
el Hugo
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