Por el Cro. Antonio
Si siguió el posteo anterior y su anexo se habrá notado que cuando hubo una Política Nacional integral que abarcara los recursos y la distribución de los mismos la Industria de la maquinaria Agrícola tuvo una expansión considerable, pero tenía un punto débil que era su dependencia de insumos básicos importados por el IAPI. El arrabio, que es el hierro en bruto salido del alto horno, que es el insumo básico para el horno de fundición, era provisto por Altos Hornos Zapla, pero faltaba el siguiente paso que se venía levantando en San Nicolás que era la trasformación de ese hierro en bruto en perfilería apta para la industria. La planchuela, el hierro U, el T, el doble T, el redondo trafilado debían salir de la Acería de SOMISA, según la visión del Gral Manuel Nicolás Savio, el gran artífice de la Industria Pesada.
La llamada Revolución Libertadora no vino precisamente para impulsar el desarrollo industrial, sino todo lo contrario. Su modelo de país era (igual que hoy los sectores reaccionarios que estuvieron detrás del embrión de golpe del 2008, y el llamado Grupo A en el Congreso) un país agroexportador, e importador de productos elaborados, o sea que de Canning para acá siguen igual.
No tuvieron mucho tiempo, sólo para demorar la culminación del Complejo de San Nicolás. Balbín y el resto de la UCR(P) lo convencieron a Aramburu que llamara a elecciones.
Ese proceso político es otra historia, pero haciéndola corta, no caminó.
La UCR se dividió y merced al pacto Perón-Frondizi gestionado por Rogelio Frigerio, se impuso la UCRI y su visión desarrollista, continuó la puesta en marcha de la Acería de San Nicolás y por consecuencia, la industria de la Maquinaria Agrícola comenzó a tener un abastecimiento regular y fluido de la materia prima necesaria para su trabajo.
Las chacras estaban pobladas y requerían más y mejores maquinarias, el Banco Nación y los Bancos oficiales (Banco Industrial incluido) con sus líneas de crédito seguían atendiendo a ambas puntas del negocio.
El IAPI ya había desaparecido, así como el monopolio estatal del comercio exterior, y los agentes del endeudamiento internacional estaban activos, sin embargo, se les ponía difícil retornar a la visión agroexportadora. Tanto que sólo con una sangrienta dictadura del '76 en adelante, pudieron concretar sus propósitos.
Mucho se habla del "Consenso de Washington", pero yo particularmente entiendo que sin él hubiera sido lo mismo. Aquí teníamos suficentes "gerentes coloniales" que antes del consenso, tenían esa visión del país.
En 1962 se había introducido el germoplasma mejicano en los trigos argentinos y consecuentemente se comenzó a emplear la fertilización en trigo. Esto ya lo he comentado en otros posteos, como una decisión política errónea, ya que nos hizo perder la calidad, que era el sello distintivo de los trigos argentinos, para reemplazarla por cantidad de una producción que otros países ya tenían.
La política comercial de la Junta Nacional de Granos, al no diferenciar calidad y premiarla, hizo que los productores tuviéramos que seguir la corriente. Aunque algunos advirtiéramos que no existía capacidad de transporte y embarque por problemas de infraestructura ferroviaria, vial y portuaria, la cosa siguió.
Nuestro gringos industriales se adaptaron rápidamente a los nuevos tiempos y comenzaron a producir equipos para fertilizar, y agrandar la capacidad de trabajo de las cosechadoras para poder procesar volúmenes de grano impensados para sus diseños originales.
Aquellas primitivas herrerías se habían transformado en fábricas medianas que curiosamente seguían radicadas en aquellos pueblos del interior. Dato curioso; la única fabrica de cosechadoras que estaba en el Gran Buenos Aires, en Ciudadela, era RYCSA, la empresa del creador de la cosechadora autopropulsada moderna, Don Miguel Druetta. Las demás todas en el interior, y sobre todo, en Santa Fé Y Córdoba.
Curiosamente en el Sur, no se produjeron cosechadoras. Solamente EIMA, en Tres Arroyos lo intentó, pero no pasó de un prototipo.
Esta empresa se especializó en la construccion de plantas de silos, ya fueran los simples de chacra, o plantas grandes de almacenaje, de las que llegó a exportar llave en mano hasta a Egipto (¡¡!!).
Seguiremos.
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Antonio (el Mayolero)
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Antonio (el Mayolero)
1 comentario:
Rycsa también proyectó automóviles, lindo bichos, yo voy a ver si armo algo respecto a eso, aunque no tenga que ver con la política agropecuaría, si con la industria pesada
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