Lo que quedó luego de la lluvia y el viento.

Y la Plaza se volvió a llenar de alegría. "Si este no es el pueblo...". Contrastando netamente con las penosas manifestaciones de odio e incitación a la violencia que fuimos viendo languidecer en los cacerolazos, la alegría y la esperanza volvieron a ponerse en el centro de la escena.

Familias con sus chicos, y sesentones largos marcaron su presencia, dando testimonio de que la alegría estaba en la calle. Quienes hemos tenido la suerte de transitar por muchas de éstas, sabemos que el instinto de conservación colectivo marca que viejos, embarazadas y criaturas no van a la calle cuando el ambiente es de protesta.

Y se vino el aguacero; que armó el desparramo. Viejos y chicos, los sectores mas débiles del colectivo, tuvieron que volverse a sus casas y seguirlo por la tele. Pero como siempre que llovió paró, los mas resistentes se reagruparon. ¡Y se volvió a llenar la Plaza!

Y tuvieron su premio. Primero desde el acto que se realizó dentro de la Casa Rosada, donde una de las mejores versiones de Cristina, donde establece ese diálogo directo,esa comunión con la militancia hizo un demoledor inventario de los artilugios y artimañas del arsenal que los poderes fácticos utilizan a diario.

Hubo también advertencias hacia adentro. Quienes piensan que será el dedo de Cristina el que ha de señalar al elegido me parece que se van a quedar con las ganas. Será el pueblo el que lo designe, que para eso están las PASO. Y ya es hora que nos pongamos los pantalones largos y nos hagamos cargo de la responsabilidad que nos compete. Y el que resulte, que mire la plaza, y piense que lo van a estar mirando todo el tiempo.

Luego salió al palco a saludar  a aquellos que habían vuelto a llenar la plaza, y fue otro apoteosis. ¿Fin de ciclo? Como decía una amiga: "Permitame una sonrisa, y eventualmente una carcajada... El golpe ha sido muy fuerte. Las redes sociales, especialmente Facebook se han inundado con los sitios "Los anti K", "Todos somos la Argentina" y otros similares,donde se ve chorrear el odio, el resentimiento, el insulto y el desprecio por parte de unos cuantos colonizados mentales, que de triunfar sus eventuales candidatos, serán seguras primeras víctimas de sus ídolos. Frente a la inopia, por no decir ausencia de proyectos colectivos, presienten una nueva derrota el 2015, y en el subconsciente les anida la certeza que solo les quedará el odio y el insulto barato. El pueblo Argentino está en otra cosa, tiene un proyecto, lo sostiene con alegría y no se achica con la lluvia. Parece que es de buena tela....

	Antonio (el Mayolero)