Practicando la democracia en las Instituciones Democráticas (III)

Por el cro. Antonio

Veníamos hablando de este tema, y hay algunas cosas que conviene puntualizar. El modelo ha sido refrendado con un 54,11% de la voluntad popular, y esto implica responsabilidades y obligaciones que no se pueden soslayar.

El Cooperativismo es una de las herramientas más al alcance de todos para concretar los cambios necesarios, pero eso debe ser acompañado por algunas cosas que están pendientes y será necesario resolver a la brevedad. Ley de Entidades Financieras, Carta Orgánica del BCRA han sido ya explicadas en su incidencia sobre las Cooperativas (y no sólo las de crédito, de TODAS). Los Organismos de Control son una maraña de burocracia e inactividad alarmante.

Coexisten organismos Nacionales como el INAES , Provinciales como el IPAC y también municipales, todos entusiastamente dedicados a promover la actividad Cooperativa pero que olvidan su obligación de control de la actividad. Un dato: integré Consejos de Administración de Cooperativas de primero, segundo y tercer grado desde 1964 a 1992. Jamás registré la presencia de inspectores de ningún organismo oficial en una asamblea aunque sólo fuera al solo efecto de comprobar "in situ" la existencia de la Cooperativa y la realización de su Asamblea normalmente.

Varias veces me he referido en distintos posteos en este blog a la existencia de Cooperativas "truchas", que son comunes en el Cooperativismo de Trabajo y de Crédito (en otras ramas también las hay, pero con mucha menos incidencia). La sola presencia de un inspector en el acto de la asamblea obraría como factor disuasivo de truchadas varias. No conozco la existencia de tales inspectores. Sería mas o menos como tener buenas leyes de tránsito y no tener Policía Caminera en la ruta, e inspectores de tránsito en las ciudades.

La ley de Cooperativas necesita de un nuevo debate (data de 1973, y en rigor de verdad no es una Ley sino un decreto-ley de la época de Lanusse). Las Cooperativas de Trabajo entonces eran sólo una curiosidad, pero la realidad de la crisis del 2001 las hizo una herramienta fundamental en la recuperación de fuentes de trabajo, y pasaron de curiosidad a la práctica diaria y extendida con lo que algunos consideramos que necesitan de una ley específica, máxime después de la aparición de las Cooperativas del plan Argentina Trabaja, que han venido a complicar aún más el enredado panorama de la actividad.

Tenemos que pasar de un Cooperativismo declamado, a un cooperativismo practicado con apertura y honestidad, y es uno de los deberes que debemos hacer desde la base. Hacia arriba empujando a nuestros representantes legislativos a abordar estos temas, y en forma horizontal hacia nuestros "prójimos" los que sin ser muy conscientes, integran Cooperativas, como las de servicios públicos, a interesarse por la marcha de sus entidades y participar en su gobierno, en el que tienen los mismos derechos que cualquiera.

Seguiremos.



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Antonio (el Mayolero)