viernes, 30 de mayo de 2014

Un club de París (que no es el Paris Saint Germain)

Desde mucho antes, nuestro comercio exterior había sido formateado de acuerdo a lo dicho por el Primer Ministro Inglés George Canning: "Inglaterra será el taller del mundo y la Argentina será su granja", tambien en 1827, luego del Empréstito de la Baring Brothers dijo :"«La cosa está hecha; el clavo está puesto, Hispanoamérica es libre; y si nosotros no desgobernamos tristemente nuestros asuntos, es inglesa»"

Consecuentemente, y luego de eliminado el inconveniente que significó el Gobierno de Dn. Juan Manuel de Rosas, el "formateo" se fue consolidando hasta culminar poco mas de cien años después, con el Tratado Roca-Runciman de 1933. En la práctica esto significó que empresas comerciales Inglesas ejercieran en la práctica un virtual monopolio en cuanto a nuestro comercio exterior. Carnes y granos y otros productos Argentinos pasaban por intermediarios (brokers) hacia otros países consumidores. En el otro sentido, brokers ingleses nos proveían de productos que importabámos de otros países, inclusive de aquellos con los que manteníamos buenas relaciones diplomáticas y lazos de hermandad. (El aceite de oliva español, pasaba por intermediarios ingleses, por ejemplo).

La 2ª Guerra mundial dificultó o directamente interrumpió estos canales de comercialización, y terminado el conflicto sucedieron otras cosas que ya tocamos y explicamos en Recuerdos de una Políitica Nacional, acá


Se pasó a una política exterior de tratados bilaterales, de Nación a Nación, en que nuestro país ofrecía sus productos directamente, (a través del IAPI) y a la vez negociaba el intercambio con bienes y productos que esos países por su parte estaban en condiciones de proveer a nuestras necesidades, como por ejemplo bienes de capital que permitieran el desarrollo industrial.

Esto, lógicamente generaba cuentas corrientes, cuyos saldos, como los de cualquier cuenta corriente, eran a veces favorables o desfavorables según fueran  los ciclos comerciales.


Obviamente que a los comerciantes ingleses (y a sus socios locales) este estado de cosas les resultaba igualmente molesto que la nacionalización de las AFJP y otras políticas nacionales actuales a esos mismos sectores. No fué simplemente una "gauchada" que barcos de la flota inglesa amunicionaran a la Flota de Mar al mando del Almirante Rojas.


Triunfante la "Libertadora" aparecieron los verdaderos motivos del levantamiento armado. O sea restaurar la dependencia y el estado de cosas al período anterior, aunque ya no fueran los ingleses los que tenían la manija. Rápidamente se terminó con el comercio bilateral, y al producirse el corte, como ya explicamos quedaron saldos de cuenta corriente favorables a Francia, Alemania, y otros países, que en lugar de ser cubiertos por nuestras exportaciones generaron una deuda. Y en lugar de saldarlos, se los consolidó, y se apeló a adherir al FMI para que nos "ayudara" a solucionar ese problema, con las consecuencias que vinimos padeciendo desde entonces hasta 2005. Quedaba entonces solo solucionar el "problema" que había disparado todo el procedimiento de enajenación de nuestro patrimonio; aquel Grupo de Países Acreedores, que dio en llamarse "Club de Paris" del cual fueramos causantes.

4 comentarios:

Antonio (el Mayolero) dijo...

La libertadora: De Perón a Frondizi (1955-1958) Historia ...
books.google.com.ar/books?isbn=9500734176
María Sáenz Quesada, - 2011 - ‎History

Moscón dijo...

En Capital Federal hay una calle importante que tenía el honor de llevar por nombre el ilustre apellido anglosajón ¿no?
Canning.
Que si lo traducimos literalmente significa algo así como "perreando".

Luis Larrosa dijo...

Antonio, ¡excelente!, claro ejemplo de por qué hay que cultivar permanentemente a la memoria.

Antonio (el Mayolero) dijo...

En realidad la traducción de Canning es "enlatando" o "envasando"; casi diría "empaquetando"...

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