sábado, 2 de julio de 2016

De Alveares, Ortices, y otras intoxicaciones.mas actuales.

Conociendo un poco nuestra historia podemos reconocer paralelismos y asociar hechos de un pasado no demasiado lejano con sucederes actuales.

El Movimiento Nacional y Popular se ha identificado a través del tiempo, y desde nuestro origen como Nación (y aún antes) con diferentes denominaciones politico-partidarias y catalizado por diferentes sintetizadores de ese sentimiento.

A fines del siglo 19 y principios del siglo 20, ese Movimiento Nacional y Popular encontró en Hipólito Yrigoyen a su sintetizador, y a la UCR en su expresión formal de participación electoral. Así se consiguió subir un primer peldaño que fue la Ley Saenz Peña en 1912, que en 1916 llevó a la Presidencia de la Nación al "caudillo" (me he referido en otros posteos de este mismo blog a ese peyorativo, tal como el de "populista" conque el establishment rotula a quienes logran sintetizar ese difuso pensamiento colectivo, y encauzarlo a acciones de gobierno).

Derrocado Yrigoyen (viejo y enfermo) en 1930, los componentes dirigenciales de la UCR, encabezados por Marcelo Torcuato de Alvear, al poco tiempo comenzaron a buscar un lugar al sol. Muchos de ellos lo encontraron en aquello que se llamó la "concordancia" que no era ni mas ni menos que lo que actualmente se denomina "asegurar la gobernabilidad". Así, en épocas del "fraude patriótico" tuvimos un Presidente Radical, nada menos que el Dr. Roberto M. Ortiz. Tambien en aras de aquella concordancia (o gobernabilidad) tuvimos el Tratado Roca -Runciman, no mucho mas grave para el pueblo Argentino que el TPP actual. Nunca mas de alli en adelante, el Radicalismo pudo volver a ser la expresión del Nacionalismo Popular. Los esfuerzos del MIR llegaron tarde.

Solo unos pocos locos sueltos desde FORJA mantenían aquellas brasitas del Movimiento Nacional y Popular, tapadas con ceniza, sacando en la medida de sus escasa posibilidades y recursos, chispazos de la pluma de Raul Scalabrini Ortiz, de Arturo Jauretche, y de otros pocos "locos sueltos".

Hasta que allá por 1945 apareció un nuevo sintetizador de esos sentimientos, que fuera Juan Domingo Perón. En él el Pueblo intuyó que había un renacer de sus esperanzas. Aquellas brasitas celosamente custodiadas por los muchachos de FORJA se transformaron en llamarada.

Peron, como Yrigoyen fue derrocado por las mismas fuerzas de los poderes fácticos. Perón, luego de 18 años de proscripción, volvió (ya viejo y enfermo) sin las energías suficientes para reencauzar fuerzas y dirigencias, para que aquella llamarada volviera a iluminar la noche.

Tuvimos que esperar muchos años, y sufrir mucha sangre y dolor hasta que aparecieron nuevos sintetizadores de ese sentimiento, que como dije ha ido teniendo distintos nombres "de fantasía" por exigencias electorales. Hasta que un dia, por errores propios, los poderes fácticos volvieron a unificar Gobierno y Poder, tal como en 1930 y 1955.

Logreros hubieron siempre, tantos como corruptos, en todos los Partidos y todos los Movimientos. Aquellos que como en 1933, a la muerte de Yrigoyen formaron la Concordancia, los que durante el exilio de Perón "inventaron" el Peronismo sin Peron, o se cobijaron bajo el ala del anciano Lider, ya enfermo, formando el Isabelismo.

Hoy dia, se dan sucesos similares (talvez no iguales, son circunstancias históricas diferentes) pero en el fondo son fruto de aquello que Yrigoyen denominara "las patéticas miserabilidades del alma humana".

Eso si, hay una gran diferencia: Cristina ni está vieja ni está enferma...

Antonio (el Mayolero)

1 comentario:

Mariano T. dijo...

A fines del siglo 19 y principios del siglo 20, ese Movimiento Nacional y Popular encontró en Hipólito Yrigoyen a su sintetizador, y a la UCR en su expresión formal de participación electoral.
La desafortunada frase "A fines del siglo 19 y principios del siglo 20, ese Movimiento Nacional y Popular encontró en Hipólito Yrigoyen a su sintetizador, y a la UCR en su expresión formal de participación electoral" es algo totalmente separado de la esencia del radicalismo de entonces, y de su época, a la que todavía no había llegado el corporativismo iniciado en 1922 en Italia y que en los 30 se esparció como peste en todo el planeta.
Para Yrigoyen el sufragio no era una expresión formal de participación electoral sino un símbolo religioso, por eso la expresión "pureza del sufragio". El sufragio, y la Constitución iban a regenerar la Argentina y salvar al pueblo("Mi único credo es la Constitución").
Es algo dificil de entender, y se puede compartir o no, en esa época para eso estaban los conservadores, los socilistas y los demócrata progresistas. Y a mi tampoco me parece del todo adecuado y real, pero era así.
Pero eso me parece bien disentir, pero me parece mal inventarse otra historia, diferente de la verdadera, para que nos venga como anillo al dedo a intereses políticos de 100 años después, sean éstos bien intencionados o no.

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