lunes, 3 de septiembre de 2012
PEA 2020, hacia una agricultura con menos soja? Tal vez...
Por
Unknown
Epa epa, interesantísimo artículo en el P12 de hoy respecto del big yuyo (el posta), con miradas sobre dos ejes que ponen en el tapete el rol de nuestra querida oleaginosa, lo que devendrá y cómo se acoplará al PEA, donde es el grano que en teoría, menos debiera crecer en producción en las próximas casi dos décadas:
¿Bendición o maldición?
Por Andrés Asiain
[...] Pero si en el plano externo los altos precios de los alimentos suenan a una bendición, en el plano interno pueden generar grandes inconvenientes. Un informe reciente de la Cátedra Nacional de Economía Arturo Jauretche muestra que el incremento en el precio interno de los alimentos registrado entre 2006 y 2012, se explica en gran medida por el alza internacional de la cotizaciones de los granos y oleaginosas de exportación. La utilización del trigo y maíz como materia prima para la producción de fideos, harinas, polenta, engorde de pollos, entre otros, hace que parte de la inflación externa se traslade a la mesa de los argentinos.
Adicionalmente, el alza de la soja también afecta el precio de los alimentos pese a que pocos argentinos incluyan en su dieta a la oleaginosa. Es que el yuyo verde compite con las demás producciones por el uso de la tierra cultivable, incrementando los costos de los arriendos que se mueven al compás de su cotización internacional. El valor de la hectárea en la zona núcleo de la provincia de Buenos Aires se multiplicó por tres en los últimos 6 años, alcanzando los 10.000 dólares promedio para julio de 2012.
Otro efecto indirecto del auge sojero es el desplazamiento de los cultivos de verduras, hortalizas y frutas de la periferia de las ciudades, con el consiguiente encarecimiento de los costos de producción y transporte. El desarrollo de numerosos emprendimientos inmobiliarios de amplias extensiones destinados a sectores de altos ingresos ha sido alimentado por el excedente del agro, desplazando a los quinteros que tradicionalmente ocupaban ese espacio [...]
Entusiasmo puesto en duda
Por Valeria Arza y Anabel Marin
[...] La situación cambió sustancialmente ahora. En esta oportunidad, la soja “Intacta RR2 Pro” llega a la Argentina luego de que Monsanto perdiera varias batallas, nacionales e internacionales, libradas contra el gobierno nacional desde el año 2004, cuando la empresa inició reclamos de regalías sobre la tecnología de soja RR –en ese momento casi el 100 por ciento de la superficie cultivada de soja era con soja transgénica–. Sin embargo, para el lanzamiento de la nueva tecnología, Monsanto consiguió imponer como condición no sólo el compromiso oficial de defender sus intereses frente al de los productores –CFK en un discurso público se comprometió a garantizar el respeto por las patentes, siendo que ahora sí Monsanto tiene la tecnología patentada en el país– sino también el compromiso establecido en acuerdos privados con la industria semillera por medio del cual, para acceder a la nueva tecnología, se le exigirá al productor agropecuario que renuncie a los derechos de guardar semillas para la próxima siembra que le confiere la Ley Nacional de Semillas. Es decir, existen garantías públicas y privadas para que la mayor rentabilidad asociada a la nueva tecnología no sea apropiada por el productor agropecuario de la misma forma que en el pasado y por tanto tampoco las arcas públicas se verán beneficiadas de la misma manera. Asimismo, también con esto limita la posibilidad de utilizar el gen en futuras mejoras genéticas que pueda realizar la industria semillera local en el cultivo. En suma, con semillas más caras y protegidas no cabría esperar las mismas virtudes económicas (rentabilidad del sector agropecuario, recaudación fiscal y derrames tecnológicos en la industria de semillas local) que se asocian a la difusión de la soja RR. Resta por ver entonces si el entusiasmo actual es justificado.
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-202466-2012-09-03.html
Sin embargo, chusmeando por ahí, se observan otras aristas del asunto a tratar, que no es ni simple ni homogéneo. Cada uno que saque sus conclusiones, prematuras, por supuesto:
El Estado argentino recauda US$ 12.000 millones por años en concepto de retenciones a las exportaciones de soja, casi el 9% de la recaudación total. Para evitar operaciones en negro, se promueve el uso de semillas homologadas. Un cultivo que comienza en blanco, seguirá así hasta el final.
En ese concepto, el Gobierno autorizó a la multinacional Monsanto, que hace pocos días anunció inversiones por $ 1.600 millones, a vender a los productores locales su semilla "Intacta RR2 PRO".
Se trata de la 2da. innovación en semillas de soja de esta multinacional, después de haber comenzado a comercializar en 1996 en el país su semilla RR1, utilizada por la mayoría de los productores agrarios.
A la vez, el ministro de Agricultura de la Nación, Norberto Yahaur, dijo que se mantiene el objetivo de 160 millones de toneladas de granos en 2020.
El funcionario remarcó que, como la Argentina no es formadora de precios y sí tomadora de valores extranjeros, está expuesta a los avatares de los mercados globales de granos en un mundo convulsionado por la crisis y los cambios repentinos de parámetros para los commodities.
"La única salida que nos queda es la aplicación de tecnologías", dijo Lorenzo Basso, secretario de Agricultura.
La evolución de la semilla ofrece mayor protección contra orugas que atacan al cultivo; tolerancia a la aplicación de plaguicidas más potentes; y una productividad 11% mayor a la versión anterior, según la empresa.
http://www.urgente24.com/203811-intacta-de-monsanto-pero-a-no-exagerar
Durante la presentación de Intacta RR2 Pro, la nueva soja de la multinacional Monsanto que fue aprobada la semana pasada, el ministro de Agricultura de la Nación, Norberto Yauhar, adelantó que en los próximos meses, el Congreso tratará la Ley de Semillas.
En el evento, el ministro destacó que el nuevo cultivo de Monsanto ya fue aprobado en la Unión Europea y que "el Estado Argentino se preocupa mucho por la sustentabilidad ambiental, por lo que las regulaciones fueron muy estrictas en ese sentido".
"Otro debate que se abre a partir de la nueva ley es el de las patentes y la propiedad intelectual. Estos desarrollos tecnológicos traen muchos beneficios para el productor, por lo que lo más justo es que paguen un porcentaje. Este sería de un tercio de la cosecha final, por los grandes gastos que tienen los inversores como empresas o el Estado. Es lógico que quienes aumenten su productividad deban pagar regalías", explicó el titular de Agricultura, y reiteró que "se protegerá a los pequeños productores".
"Este fue año récord en la producción de semillas. Otra de nuestras intenciones es promover la rotación de cultivos. Es importante fomentar la siembra de maíz, algo que ya quedó en claro tras la liberación de 15 millones de toneladas que anunció la presidenta", finalizó.
http://caa.nearural.com/ampliar.php?id=19263
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