AFI: es la hora de la militancia

Ya es momento entonces, como se ha dicho por acá cuando uno escribía asiduamente. La militancia, las gentes comprometidas hasta el tuétano con semejante proyecto de transformación, son los que deben asumir los roles más incómodos. No a modo de inmolación, para nada. Incómodos éticamente si se quiere, ocupar el rol contra el cual se ha puteado.

Ayer Zaffaroni en V7, previo a la cadena nacional, advirtió que el autogobierno de policía y SI son el mismo escollo que hay que derribar.

Entonces, bien vale la pena pensar que en la nueva AFI, la militancia kirchenirsta asuma un rol trascendental ¿De agentes? Claro que sí ¿De canas? Por supuesto ¿Quién sino? ¿Los mismos de siempre? Es la oportunidad para luego trasladar esta misma ocupación de roles a las estructuras de la policía y las Fuerzas Armadas.

El poder es poder por la violencia, por la fuerza bruta, por el arma de fuego, en definitiva. Clarín no intimida sólo con operaciones periodísticas, lo hace sobre todo con una justicia que le responde, y con un sistema de fuerzas que le responden a esa justicia. Esas fuerzas son el primer eslabón. Son los lugares que hay que ocupar definitivamente para desactivar el mecanismo macabro de sometimiento de los intereses de nuestro proyecto.

La justicia, agradecida. Buena parte del sistema judicial, bueno, se les acabará el curro. Una justicia sin fuerzas intimidatorias a su servicio; más aún, un poder económico sin fuerzas intimidatorias a su servicio (y sí al servicio del estado) dificilmente pueda sostener su posición con comodidad.

Para otras organizaciones, que las hay, y muchas, quedará el trabajo en los barrios. A no preocuparse por eso.