Por Garufa
La verdad que me inspiré y me salió este cuentito, pensaba anotarme el en concurso Clarín de Novela y dejar este blog, pero seguro que pierdo por peonista. Espero sus comentarios:
Los festejos por el bicentenario pasaron sin pena ni gloria, y hasta si ya casi nadie habla hoy de las elecciones del año pasado ni del megaescándalo que las definió. Ya nadie se acuerda de ese video anónimo que le entregaron (habría sido gente de Felipe, pues eso explica que el exgobernador rompiera con la alianza pro unas semanas antes) al juez Faggionatto donde no sólo se ve a Francisco en un asado con el Rey de la Efedrina, sino también a Mauricio, quien auspició de anfitrión. Tampoco nadie recuerda la hecatombe que sucedió después, apenas 15 días antes de las elecciones, con Francisco huyendo hacia su natal Colombia gracias a que su amigo Uribe, elegido nuevamente presidente con un artilugio parajudicial, le brindó asilo político y Mauricio profundizando su mala suerte con el golpe de gracia que significó que su avión cayese en la selva que limita Ecuador con el Estado Asilo, para luego ser aprisionado por las FARC, algo rarísimo pues esta fuerza ya había liberado unos meses antes a su último retenido. Muchos fueron los que le dijeron a Mauricio que vaya vía Venezuela, pero su temor a ser interceptado por los Sukhoi Su-27 de Chávez lo llevó a escoger mal. Hoy se debe estar lamentando, suponemos, pues nunca más se supo de él.
De todas maneras ambos fueron sentenciados por el delito de tráfico de sustancias ilegales, cuestión que el ahora ex juez supo capitalizar políticamente coqueteando con representante de partido político que se presente en su despacho. Hoy es un buen candidato.
Tampoco nadie habla de la trunca campaña de La Nación y Clarín a favor de Chávez, Correa y Evo para conmoverlos y que ellos negocien la liberación de Mauricio. De nada sirvieron esas tapas a todo Evo inaugurando viviendas sociales, o esos titulares a todo Chávez nacionalizando empresas como acto de patriotismo. Los tres líderes nunca le perdonaron a la corporación mediática su conducta antiperonista.
Para colmo de males cuando el padre de Mauricio quiso interceder en su liberación, el Pepe Mujica, actual presidente uruguayo, le expropió la fábrica de autos chinos que instaló en Uruguay, dejándolo solo y en orsay. Se recluyó en su querida Italia de la mano de su amigo Ratazzi y con el beneplácito de Berlusconi.
Menos se acuerdan de los efectos electorales del video-gate; de Gabriela que de ganar por afano las elecciones en Capital, apenas si llegó a un dígito y fue internada en una clínica por su depresión, ahí sigue recluida. Ni del joven Alfonso que entonces ganó las elecciones con un 30 y pico por ciento, y eufórico en la victoria ningunió a la Lilita y ya se perfila como próximo jefe de gobierno. Ni de los 25 puntos que sacaron tanto Pino como Heller que de haberse unido hoy serían gobierno.
Ya nadie se acuerda que Tinelli tuvo que levantar el programa y dejar la radio y la TV para recluirse en la Patagonia, si no le aflojás-le dijeron sus allegados- el Juez te cita y terminás como tus amigos. A él lo perdonaron, cuentan que el Juez se cagaba de risa con su programa.
Lo que pasó en Buenos Aires fue de lo que menos se habla, Néstor ganó las elecciones por casi un 50% e hizo las pases con el arrepentido Felipe, construcción política excusan sus allegados; Margarita sacó un 40% y le arrebató el protagonismo a la ninguneada Lilita y al vicepresidente (luego renunció a ese cargo), ya que sus candidatos apenas ganaron en su provincia por un punto. El radicalismo ya tiene su candidata a presidente.
Aunque si bien falta un año y pico para las presidenciales, nadie habla de eso; si hasta Grondona (solo para lograr un acercamiento a Chávez y lograr la liberación de Mauricio) reconoció que lo mejor para el país frente a esta inesperada crisis es que Cristina siga en el Gobierno, que sino podría pasar lo que en Buenos Aires con la huída inesperada de Mauricio y su posterior y relámpago juicio de destitución, antes de que los nuevos legisladores asuman y le den condena segura, decidido por un voto, el mismo que hecho a Ibarra: el camarada Elio le dio el olivo a Mauricio, que ya para ese entonces estaba en la selva jugando al Che. Gabriela no pudo hacerse cargo por su depresión, el gabinete tuvo que renunciar y Juan Cabandié fue elegido jefe de gobierno hasta el año que viene.
Ya nadie habla de eso, hoy las urgencias son otras, ni siquiera la crisis económica que tocó fondo con la desaparición de la General Motors. Acá en la Argentina el gobierno, en un acto atinado luego de las elecciones de junio, le entregó la empresa a los propios trabajadores, que la rebautizaon “Evita Motores Argentinos STP (sociedad de trabajadores peronistas)”, y hoy el Evita Corsa sigue siendo el auto nacional más vendido, y más aún luego de que la crisis desbastara la industria brasilera con el VW Gol incluido.
Las urgencias hoy solo pasan por ver como frenar la expansión de la gripe aviar en las ciudades y en los barrios de clase media alta y alta. Casi toda Capital Federal y el norte del Gran Buenos Aires son verdaderos getos en cuarentena, al igual que los countrys y barrios bien de la República. Hoy se mueren a causa de la epidemia alrededor de 100 jóvenes de clase acomodada por semana en la zona núcleo de la pampa húmeda y el litoral, ya nadie habla de las retenciones a la soja, ya nadie hace soja tampoco, la crisis la hizo desaparecer del mercado a pesar de las presiones de la ya fundida Monsanto.
La cuarentena urgió la desaparición, al menos hace seis meses, de la educación privada en las ciudades afectadas, ya no más institutos, jumpers ni polleritas escocesas, todos de guardapolvo blanco.
Pero lo que más desvela a la sociedad toda es por qué en los barrios periféricos, donde vive el obreraje, la epidemia no ha hecho mella, ni siquiera se llevó un chico pobre, lo que el hambre hacía con tanta facilidad hace algunos años.
El investigador del CONICET Daniel Corach, continuando los trabajos del Dr. Esteban Maradona en su incursión al Chaco Paraguayo en plena guerra con Bolivia, sugiere la hipótesis más viable, pero a su vez más resistida, tanto por la academia científica argentina como por el stablishment:
Es una cuestión de anticuerpos, sugiere. El niño que tiene que andar su vida descalzo, a la intemperie, al frío, lleno de mugre y marginación, ha desarrollado los anticuerpos necesarios para combatir la gripe; el hijo de padre peronista, acostumbrado a la lucha, el garrote y la discriminación, no le tiene miedo a un menos que procarioto virus, el miedo es el inhibidor de los anticuerpos. El niño bien, acostumbrado a los cálidos inviernos, nada puede hacer, no tiene anticuerpos, y de yapa el miedo que todo lo puede, no favorece su síntesis. En síntesis, el pueblo peronista ha obtenido una gran victoria, pero nadie lo festeja, para ellos sigue siendo lamentable, a pesar de no sufrir el mal, el ser un pueblo solidario no los hace felices en este momento, menos aún si las víctimas son niños.
La derecha reaccionaria y la izquierda burguesita están aturdidas, no entiende nada. A sotto voce esgriman que se trata de una prueba de armas químicas perpetrada por Chávez, el presidente de Irán Mahmoud Ahmadinejad y el de Corea del Norte Kim Jong Il, con el beneplácito de la presidenta, claro está, que es montonera.
Acá en el pueblo no hay un solo caso, pero el Intendente ya se bajó de su reelección para dedicarse exclusivamente al su consultorio médico, y las colas en al Unidad Básica para afiliarse al peronismo son interminables, como casi en todos lados. Y como si eso alcanzase para evitar la gripe.
Fin
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