Qué es ser radical. Una respuesta

Sí, encontré una respuesta a tan difícil pregunta. Tome este post querido correligionario, como ufanoso o burlón, está en todo su derecho, pero uno no puede dejar pasar tamaño atropello (?).

Claro que hacer una crítica al radicalismo hoy, luego de que nuestro intendente obtenga más de 50 puntos en las elecciones, es criticar también a la mitá del pueblo, por lo que entonces se podría asumir casi esta actitud de calificar la calidad de su voto, o hasta el iluminismo de la resistencia carriotista clandestina, por qué no (?).

A riesgo de ello, continuemos. Nada más valioso que poder quejarse. La cuestión es que 'ta, tenemos plaza central nueva, se terminó su refacción, y discutir si el palo y pico puesto en ella es mucho, o es poco, desde lo económico, al igual que si se pudieron usar materiales de mejor calidad o no, no tiene mayor relevancia pues uno asume que quienes se encargaron de ello tendrán sus justificadas razones. Menos aún entonces podríamos discutir los aspectos estéticos de tal remodelación, siempre tan subjetivos.

Pero que las fuerzas del orden (osea, los inspectores municipales) no te dejen jugar al fobal en la plaza y te secuestren el balón (la pelota no se mancha) es un poco como mucho si máxime de yapa te reclaman el pago de una multa ¿Es acaso la plaza un gigante adorno del pueblo cual living de casa de revista que no puede ser disfrutado más que con la vista? ¿Es que la máxima transgresión que a la luz del día un joven en ella puede hacer es cantar con la guitarra una canción melosa para obtener la sonrisa de una chica?

¿Dónde está la falta en jugar al fobal en una plaza? Mientras (de paso recordamos que llevarse una pelota así no es más que afaánarsela en abuso de autoridad), a los pibes les avisamos que en el pueblo hay reductos peronistas de libertad. Busquen que por ahí hay una canchita llamada Néstor Kirchner donde la pelota rodará libremente.