Desde un país líder

El discurso de ayer de Nuestra Conductora, sin dudas fue, junto con el de Huracán o el de comienzo de sesiones legislativas, de lo mejor del año en cuánto a definiciones. Aunque es difícil descartar el resto de los discursos, muy difícil.

Ayer Cristina dejó en claro que está hablando desde la conducción de un país líder a nivel global, de un país en desarrollo constante, en pleno crecimiento. Un datito, el patentamiento de autos subió un 39% desde agosto del año pasado.

Cristina habla con datos duros, nada de lo que dice puede contradecirse, no supone, no hace futurología, expone la realidad, la verdá. Como lo dejó en claro comparando las horas/hombre de una plantación extensiva de soja o maíz y las horas/hombre de dos granjas avícolas de Córdoba, como para demostrar, una vez más, y valga la redundancia, el valor del valor agregado para los productos primarios, y la necesidad de que sean los productores los encargados de comenzarle a otorgarle más valor a sus producciones.

Cristina habla desde un país que fue potencia posta no cuando era el granero del mundo, sino cuando los trabajadores compartían en partes iguales, con el resto de los actores, la torta del PBI. Habla desde un país que fue potencia y desde un país que vuelve a serlo, aunque por supuesto, los patriotas de siempre, se te caguen de risa en la cara con esto de Argentina/potencia.

Cristina habla desde un país que puede ser creíble, visible; que no necesita ser escondido o ser el bufón de otros, habla desde un país que con su iniciativa, influye en el resto. Y esto se debe pura y exclusivamente a su conducción, y a un pueblo que la acepta (pucha, 50%). Cristina habla desde un país líder porque ella también lo es a nivel global.

Imaginate lo que se viene si ya llamó a profundizar el proyecto en estos 4 años que quedan.