Bien, la agresión a los periodistas les vino al pelo, al toque, al buenazo de Larreta lo agredieron pero el ojo en compota se lo ligó una vecina y no él.
Clarísimo, un grupo facinerosos fanáticos por un lado y un grupo de ciudadanos hartos que reaccionan violentamente por el otro.
¿Saldrá el PCR a cacerolear también o estarán agazapados esperando el momento oportuno para tomar el poder?
Ayer hablábamos de desesperación, lo que hace las reacciones impredecibles.
¿El escenario buscado? Mediados de los 50 seguramente, pero dentro de un marco democrático claroestá. De alguien que respete las formas, pero sobre todo, a los poderosos.
Las declaraciones de Larreta son consecuencia de las agresiones a los periodistas de 678, pero no tanto para tapar aquel hecho, más bien para potenciarlo, para potenciar un enfrentamiento entre dos sectores de la sociedad que sólo podría ser resuelto si nos gobernase alguno que se dedique menos a la política y más a la gestión. Posta. Claro, a la gestión que los beneficie.
Clarín mientras menciona el hecho de la agresión sólo en el epígrafe de dos fotos y ni siquiera lo cuestiona, justificándolo. Es lo esperado.
Mientras acá llueve, y si sigue así la cosa, la cosecha va a ser de puta madre. un garrón para los desestabilizadores.
Acá Gerardo Fernández analiza las rarezas de la agresión a Larreta.
Acá el pibe peronista contrapone la versión de Larreta con la de la policía.
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