Por el Cro Antonio
Comparto como aquel 4 de marzo, esta poesía lunfarda de Daniel Giribaldi:
Yo mismo
Me parezco a aquel viejo cenicero,
(un diablo de metal) que había en casa,
con la frente arrugada como pasa
y algo jodón al campanear cabrero.
Todos me apagan puchos en el cuero
-igual que al cenicero- y mi viaraza,
por una bronca de ceniza y brasa,
me hace querer al fuego que no quiero.
Vos y yo, cenicero estamos locos,
revirados de atar. Mirá que muchos a matar
nos tiraron como a pocos
e igual al fuego le jugamos risa.
¡Hemos visto quemarse tantos puchos,
que ya no nos calienta la ceniza!
Me parezco a aquel viejo cenicero,
(un diablo de metal) que había en casa,
con la frente arrugada como pasa
y algo jodón al campanear cabrero.
Todos me apagan puchos en el cuero
-igual que al cenicero- y mi viaraza,
por una bronca de ceniza y brasa,
me hace querer al fuego que no quiero.
Vos y yo, cenicero estamos locos,
revirados de atar. Mirá que muchos a matar
nos tiraron como a pocos
e igual al fuego le jugamos risa.
¡Hemos visto quemarse tantos puchos,
que ya no nos calienta la ceniza!
-- Antonio (el Mayolero)
1 comentario:
Me encantó! abrazos, compañeros!
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