Campeón a la B, bizarradas del anacronismo futbolero de la resistencia al avance, que ya ni proteje a los poderosos

A pesar de la tremenda campaña que está haciendo, y que está al borde de coronarse campeón por primera vez en su historia, el Club Atlético Tigre puede ser protagonista de un hecho inédito en la historia del fútbol argentino: ser campeón e irse al descenso.
Es que el equipo de Arruabarrena debe ganarle a Independiente el domingo y esperar que Rafaela o San Martín de San Juan pierdan para “safar” de la promoción, con la “yapa” de que si gana, y Arsenal no hace lo mismo, será campeón.
La AFA confirmó que si Tigre sale campeón, deberá jugar la promoción, si es que queda en esa incómoda situación. Y si tiene la desgracia de descender, ser el campeón no lo “inmuniza”, deberá jugar en la B Nacional la próxima temporada.
Pero, a la inversa de lo que se estaba diciendo, descender no hará que le quiten el campeonato, será el primer campeón de la historia que juega la promoción, y eventualmente, desciende.
Así, no hay lugar para la alegría o la tristeza, pueden darse las dos cosas a la vez. Una situación atípica que nunca se produjo y que debería ser un punto de inflexión para eliminar el defectuoso sistema de promedios.
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A lo que se puede agregar que de darse la particularidad, según Edu Feinmann y Elio Rossi, de que Tigre juegue un triangular por el campeonato y otro por el descenso, jugaría primero el descenso, por lo que podría ser un campeón descendido. Estas cosas bizarras por mantener el capricho este del promedio, que parece más difícil de sacar que hacer desinvertir al Monopolien.