Matemáticas y metafísica política

El profe RLV nos manda:

El panorama político de nuestra Patria está enrarecido por una niebla de palabras, conceptos, de difusos sentidos que ayudan poco a entender qué es lo que está pasando. Circulan por el foro mediático diversas opiniones, análisis y diagnósticos, que agregan más elementos de confusión. ¿Será una casualidad? ¿Es que los actores mediáticos no logran arrojar un poco de luz sobre tan incierto panorama informativo? Nos queda una hipótesis que circulaba con más asiduidad en otros tiempos: “las operaciones de los poderes ocultos”.
Pero, en nuestra condición de “gente grande”, poco proclive a creer en fantasmas, intentemos construir un discurso con alguna lógica. En esto estaba cuando recibo un correo electrónico con un análisis un poco desfachatado, con una sinceridad propia del desparpajo de un muchacho de barrio. En él se ordenan los datos, que circulan como información, tamizada por las correspondientes interpretaciones interesadas, agregando más confusión al debate sobre las cifras electorales. Las interpretaciones, en tanto tales, muestran un orden arbitrario al que es posible someter el aparentemente neutro y abstracto mundo de los análisis matemáticos. Cada uno de ellos corresponde a un modo de barajar los naipes, muchas veces con la habilidad de un tahúr, de modo que al repartir aparezcan ciertos resultados, previamente ordenados.
El texto que recibí no escapa a estas consideraciones, pero me parece que tiene la virtud de desenmascarar a todos. Veamos el texto recibido y después volvamos a intentar una reflexión: su título reza:

"Yo soy el 54%, vos no sos el 46%.

Fijate esto: yo soy parte de ese 54% que votó al FPV en las últimas elecciones de Octubre de 2011. Voté por Cristina. Yo sí soy el auténtico 54%. Vos (que votaste otra opción) sos parte de otro porcentaje. Que no es el 46%. VOS SOS OTRA COSA.
Te lo explico: Si votaste a Binner, sos el 16,81%; Si votaste a Alfonsín, sos el 11,15%; Si votaste a Rodríguez Saá, sos el 7,98%; Si votaste a Duhalde, sos el 5,89%; Si votaste a Altamira, sos el 2,31%; Si votaste a Carrió, no sos nada... jajaja… bueno, sos el 1,84%;
Y si por una de esas cosas, me decís "pero yo no voté a Cristina y ella sacó el 54%, así que yo soy el 46% restante que no la votó", si querés ir por la negativa te la acepto y te respondo: Yo no lo voté a Binner, soy el 83,19%; No lo voté a Alfonsin, soy el 88,85%; No lo voté a Rodríguez Saa. Soy el 92,02%; No lo voté a Duhalde, soy el 94,11%; No lo voté a Altamira, soy el 97,69%; No la voté a Carrió, soy el 98,16%.
¿Se entiende? Cada uno es libre de pensar y votar como quiera. Pero no sigamos con la mentira de que frente al kirchnerismo hay un 46% "que piensa igual", solo hay un montón de minorías defendiendo intereses de distintos tipos."

Se podría decir que el autor de este correo hace gala de un cinismo evidente, que no intenta ocultar, y que logra mostrar los juegos de prestidigitación del que hacen gala los medios de información concentrados, pero éstos con intenciones ocultas. El prestidigitador tiene la habilidad de ocultar en el mismo momento que muestra. Es también un modo de la parodia. El autor del análisis trascripto apela al mismo juego para desenmascarar lo que se intenta ocultar. Agregarle una cuota de humor a tanta confusión es un rasgo típico de la cultura popular. Bienvenida sea.