lunes, 3 de agosto de 2009

De cómo defendemos el derecho a informarnos


Por Garufa

A la hora de leer sobre lo hoy ocurrido en Caracas, en la supuesta agresión al gorilísimo Globovisión, oviamente no opté por los insatisfechos medios argentinos más populares, ni por la compañera Aporrea; entonces me puse a buscar en el Diario Compañero, que cada vez se parece más a Le Monde Diplomatique, lleno de confusión , de idas y venidas que solo sirven para desinformar, así que tuve que recurrir a la citada agencia peroncha, bolivaria y socialista (valga la redundancia).

La cuestión es bien sencilla, justo esta semana que el gobierno del Comandante decide devolverle al pueblo y a sus trabajadores treitipico de radios y un par de televisoras que no cumplían con la ley que las regula, justo esta semana al carmelita descalza de Glovovisión sufre un ataque, primero de una manada de motoqueros armados con molotov, que luego fueron un grupo de manifestante políticos con gases lacrimógenos que terminó siendo un par de personas que respondían al disuelto (en 2006) partido UPV agrediendo a los guardias de seguridad del canal.

Canal que para los que tenemos el agrado (?!) de verlo, es espeluznate, pues es como si el 13 se hubiese transformado en TN, pero mucho peor, pues TN como está, en comparación, sería K. Canal que se transformó casi las 24 horas en informativo y de opinión, con un banner inferior continuo donde pasan mensajes de texto, al mejor estilo MuchMusic, supuestamente enviados por sus televidentes puteando (literalmente) al compañero Hugo. Algo realmente insoportable.

Bastante bien lleva la cosa el gobierno bolivariano que evita ataques totalmente fundados contra esta usina de mentiras y desinformación.

Ahora parecieran haberse robado para cobrar el seguro de víctima.

Ya que estamos pregunto: ¿Qué distancia habría entre la autopista y el estudio central de TN?

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