Para Franco
La calle dice que hubo otro pibe más. Si se mata cualquiera es terrible, pero es particularmente tétrico que además son todos jovencitos chiquitos, estos que -si no llegan- apenas pasan los 20 abriles. Esto me mueve a escribir algo que venía rumeando de hace unos meses. Desde la última oleada en que se puso de moda por unas semanas (salvo para las familias que quedaron destrozadas) el tema de los suicidios.
Hay un mito, muy sobre los noventas que achicaban el estado para agrandar la nación, que acusa la "falta de política estatal" sobre el suicidio.
Mientras reclamaba que "alguien haga algo" (nótese que desdibujado está el estado), la hermana del chico que se suicidó el último fin de semana dijo en la radio que al fulano ya lo tenían medio cansado llevándolo preso y que no tenía trabajo. Desde la pequeña colaboración policial para que se sienta marginado, hasta las políticas nacionales que lo convirtieron en un desocupado, la participación del Estado es bastante amplia y pasa por varios aspectos.
"Claro! ahora la culpa es del gobierno" me diran los blogoñeros. Ya saben que no tanto, pero que el Estado se mete demasiado con uno como para que cuando uno toma una decisión importante pareciera que nadie más que uno elije. Cuando uno se enamora tiene que pasar por el Registro (y se casa, sino no). Si con ese sentimiento tan personal como el amor por una pareja se han metido, no me digan que poco tiene que ver el Estado otras decisiones así de tremendas.
Entones: no es que falten políticas, es que sobran las que pueden llevar a una persona a sentirse poca cosa, tan poca cosa que su vida no valga a veces la pena.
Esto me lleva al segundo mito: Ese chico "tenía toda la vida por delante".
¿que vida? ¿que tipo de vida?. Alguien se sentó a pensar en la vida que quieren sus hijos. Venga de casi angeles o de los vagos de la cumbia, lo que importa en esa vida que te inyecta la telemercado es el éxito. Y si uno no puede hacer lo que le gusta, ni siquiera consigue un patrón: qué tipo de vida es esa?
Uno se muerde la boca a veces por defender lo que ama, pero para muchos, para demasiados, no hay futuro. Y no estamos hablando de los informes mala leche de TN-NT (explosivo consorcio noticiero), sino de nuestros vecinos, de los pibes de este pueblo.
Entonces, no solo la vida que tenía por delante no era lo que soñaba, sino que también sabía como era la vida si se quedaba. Y tampoco es vida, tampoco es éxito. Uno consume por tele lo que no puede comprar de verdad: tetas firmes, ropa brillante, autos y casas que valen lo que no ganaremos ni en una vida de laburo...
Mientras la vida no valga la pena va a haber más fusilados. De esos que no no quieran quedarse y también de aquellos como los que recordamos más de una vez, los que quisieron una vida soñada para el pueblo y le plantaron un pelotón de fusilamiento en frente. Escucharon los de "Los pibes del pueblo" y las amenazas de muerte a los que denuncian el hambre? (Marcó entrevistó a un muchacho que trabaja en un grupo de ayuda social a los que vienen secuestrando y amenazando sistematicamente porque "joden con el hambre")...
No quiero levantarle el dedito a nadie, pero vamos a esperar a que los fusilen para hablar del tema?
La calle dice que hubo otro pibe más. Si se mata cualquiera es terrible, pero es particularmente tétrico que además son todos jovencitos chiquitos, estos que -si no llegan- apenas pasan los 20 abriles. Esto me mueve a escribir algo que venía rumeando de hace unos meses. Desde la última oleada en que se puso de moda por unas semanas (salvo para las familias que quedaron destrozadas) el tema de los suicidios.
Hay un mito, muy sobre los noventas que achicaban el estado para agrandar la nación, que acusa la "falta de política estatal" sobre el suicidio.
Mientras reclamaba que "alguien haga algo" (nótese que desdibujado está el estado), la hermana del chico que se suicidó el último fin de semana dijo en la radio que al fulano ya lo tenían medio cansado llevándolo preso y que no tenía trabajo. Desde la pequeña colaboración policial para que se sienta marginado, hasta las políticas nacionales que lo convirtieron en un desocupado, la participación del Estado es bastante amplia y pasa por varios aspectos.
"Claro! ahora la culpa es del gobierno" me diran los blogoñeros. Ya saben que no tanto, pero que el Estado se mete demasiado con uno como para que cuando uno toma una decisión importante pareciera que nadie más que uno elije. Cuando uno se enamora tiene que pasar por el Registro (y se casa, sino no). Si con ese sentimiento tan personal como el amor por una pareja se han metido, no me digan que poco tiene que ver el Estado otras decisiones así de tremendas.
Entones: no es que falten políticas, es que sobran las que pueden llevar a una persona a sentirse poca cosa, tan poca cosa que su vida no valga a veces la pena.
Esto me lleva al segundo mito: Ese chico "tenía toda la vida por delante".
¿que vida? ¿que tipo de vida?. Alguien se sentó a pensar en la vida que quieren sus hijos. Venga de casi angeles o de los vagos de la cumbia, lo que importa en esa vida que te inyecta la telemercado es el éxito. Y si uno no puede hacer lo que le gusta, ni siquiera consigue un patrón: qué tipo de vida es esa?
Uno se muerde la boca a veces por defender lo que ama, pero para muchos, para demasiados, no hay futuro. Y no estamos hablando de los informes mala leche de TN-NT (explosivo consorcio noticiero), sino de nuestros vecinos, de los pibes de este pueblo.
Entonces, no solo la vida que tenía por delante no era lo que soñaba, sino que también sabía como era la vida si se quedaba. Y tampoco es vida, tampoco es éxito. Uno consume por tele lo que no puede comprar de verdad: tetas firmes, ropa brillante, autos y casas que valen lo que no ganaremos ni en una vida de laburo...
Mientras la vida no valga la pena va a haber más fusilados. De esos que no no quieran quedarse y también de aquellos como los que recordamos más de una vez, los que quisieron una vida soñada para el pueblo y le plantaron un pelotón de fusilamiento en frente. Escucharon los de "Los pibes del pueblo" y las amenazas de muerte a los que denuncian el hambre? (Marcó entrevistó a un muchacho que trabaja en un grupo de ayuda social a los que vienen secuestrando y amenazando sistematicamente porque "joden con el hambre")...
No quiero levantarle el dedito a nadie, pero vamos a esperar a que los fusilen para hablar del tema?
5 comentarios:
Excelente Compañero
Soy la encantada de siempre, Manuel. Creo que la cosa viene por el lado de este último post. A eso me refería ayer. Quizás estos pibes estén diciendo: Ya estoy muerto en vida (de hecho hay un grafitti en Dgo hace mil años que dice eso) muerto por no estar incluido, muerto porque el éxito medido por otros es inconseguible, muerto por excluido. Y no hablo sólo de pobres. Hablo del culto al exitismo. Al triunfador.
Hay una consigna de los chicos del pueblo que dice: "Los chicos no somos peligrosos. Estamos en peligro".Resume que esto que venimos pensando no?
El gusto de siempre,
Así es querida anónima, así es, tal cual vos lo decís. Es ardua la tarea contra este modelo de sociedad predador, canibal de sus más débiles, de sus más expuestos.
Che, por lo menos ponete un seudónimo así te podemos llamar por un nombre. Vale la pena.
Te mandamos un gran saludo y gracias por tu excelente comentario.
Y más te digo: que bueno que seamos varios los que pensemos parecido al respecto. Pero lo primero que pensé (de puro malpensado) es que por ahi con "encontrar soluciones" que son respuestas más que acciones concretas de frente a los sujetos directamente comprometidos.
Uno puede pensar en chiquito, que hago en casa, en el laburo, en el barrio.
Pero estaría bueno que, como en el tema de seguridad (auqneu es paradójico que a esto no lo consideremos un problema de seguridad), se comprometa la municipalidad, la policia, las escuelas y todos los que tienen más llegada a la comunidad. Y los medios. Y sobre todo los medios que los pibes consumen, las FM que por ahí son más light con estos temas de actualidad.
No se, si fuera especialista quizás tendría más ideas. Y me suena a que los profesionales están comprometidos con otras cosas: con su trabajo redituado, con quedar bien con sus patrones (el estado provincial o municipal), o no se -no quiero prejuzgar- con hacer lo menos posible.
Perdón por malpensar, es mi forma de pensar. Perdón por ponerle un poco de paños fríos al post de ayer, que fue más visceral. Uno anda entre esas espadas y esas paredes. Y a pesar de pensarlo un poquito más en frío antes de publicarlo sigo siendo una voz que también dice "que alguien haga algo", y repite "hagamos algo", mientras marca quién es más respoinsable en ese "todos".
Gracias por compartir este peso.
Manuel¨: te dejo un link muy bueno para que veas, tal vez ya lo escuchaste pero no tiene desperdicio. Podés verlo en dos partes, parte 1 y dos.
El link es del 1 pero continua, buscalo en youtube.
Se llama:
Emilio Calatayud Pérez - Lección Magistral (1) y (2)
http://www.youtube.com/watch?v=K2GTauJT5Vg&eurl=http%3A%2F%2Fpintatualdea%2Eblogspot%2Ecom%2F2009%5F05%5F01%5Farchive%2Ehtml&feature=player_embedded
saludos
Ana
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