No vaya a creer que le hemos descubierto el aujero al mate, ¡No! Y no nos andemos poniendo solemnes como borrachera de Inglés. La corrupción está en nuestra naturaleza como seres humanos, como la envidia, la ambición desmedida y tantas otras cosas que conforman nuestro lado mas oscuro, ese que a veces nos avergüenza.
Tambien convengamos en que la sociedad que constituímos los humanos tiende a poner frenos a esos factores negativos a través de distintos métodos intangibles (los preceptos religiosos, para los creyentes, son un ejemplo claro de esto) y de algunos perfectamente tangibles como la ley y el código penal para los que se pasan de la raya. En todas la Naciones, civilizaciones, y culturas está perfectamente claro que hay ciertas cosas que NO ESTAN BIEN VISTAS, y aunque sucedan y no se las pueda impedir, no gozan del beneplácito de la sociedad.
Pero cuando desde el poder se promueven y legalizan y facilitan esas cuestiones, y desde la pretendida filosofía se argumente que es bueno para la sociedad que sucedan esas cosas y que además van a beneficiar a esa sociedad con un derrame de bienestar, ya suena a que nos quieren tomar por giles. Y llega el momento en que la sociedad produce sus anticuerpos y esos anticuerpos producen reacciones en ese cuerpo social.
Historiar la violentísimas reacciones que suelen producirse por esa causa no es objeto de este posteo, pero sabemos lo que fué España en sus tiempos de Guerra Civil y para muestra basta un botón... y hay muchos en el cajón del sastre.
Nosotros hemos sido afortunados. Solo con la consigna Memoria, Verdad y Justicia hemos avanzado un largo camino hacia el cambio cultural.
Opino que estaríamos equivocados si creyeramos que es tarea exclusiva del Gobierno Nacional este cambio cultural. Claro que es un pilar fundamental; recuperar la dignidad del trabajo para cinco millones de Argentinos, arrebatar de las manos de los especuladores los depósitos de los Jubilados, amparar con Jubilacion a un millon y medio de compatriotas "caidos del sistema", modificar la Carta Orgánica del Banco Central para desalentar la especulación financiera, y promover la industria y la producción, refinanciar las deudas hipotecarias de cuarenta mil chacareros no son poca cosa.
Pero los principales actores de este cambio cultural somos todos nosotros que deberíamos al menos intentar dejar de convalidar con nuestra admiración al "vivo", "al que la hizo bien", al "que la sacó a tiempo", al cagador con suerte, al que esconde la yerba y el aceite, al "que defiende su negocio" (cagando al chacarero en la balanza, o con un analisis de mercadería que le baja el precio), al que "consigue los herbicidas a mitad de precio", al que vende las autopartes de procedencia extraña.
En fin, que el cambio cultural es parte de la militancia, y debe ser ejercido con mas rigor hacia adentro. No olvidarse del General que decia; "Los compañeros son muy buenos pero cuando uno los está mirando son mejores".
Antonio (el Mayolero)
3 comentarios:
Irreprochable su comentario desde lo ético. No tengo más que rendirme ante su certera exposición.
Ahora bien. La enorme tarea que se está realizando desde el 2003 no sólo tiene el enorme mérito de los logros, además tiene encima el grado de dificultad que propusieron tanto las circunstancias macroeconómicas internacionales como los propios enemigos internos.
Ese antiperonismo visceral, ni siquiera es ideológico, transforma cualquier acto de Gobierno en detestable para una mass media que inclusive hasta disfruta más que nunca el excelente momento del pais
un abrazo
Sala
Muy muy bueno !!!
Lo invito a pasar , si le interesa por mi blog http://revueltaylibertad.blogspot.com.ar
Gracias Sala. ¡Patron; sirvale algo aca al hombre...! Como diriamos en los pueblos...
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