Sabido es que entre las empresas que compiten en el mercado con similares productos existe una "sana competencia" donde sacan a relucir sus recursos de "libre competencia en el mercado" tales como tratar de contaminar los productos alimenticios de su competidora para desprestigiarla, hacerle espionaje industrial, robarle funcionarios: en fin, todas esas lindezas que el "libre juego de la oferta y la demanda" pone en juego tras los telones pudorosos que les sostienen los "periodistas de investigación" que en muchos casos son solo extorsionistas que con el guiye de su credibilidad se hacen de jugosas pautas publicitarias amenazando a los empresarios con publicar ciertos chanchullos o difundiendo falsos informes o noticias que dan cuenta de la precaria situación financiera de una determinada empresa que en algunos casos es letal para la vida de esa empresa. (Conozco un caso de una muy conocida compañia de Seguros que fue objeto de una extorsión así, hasta que aflojó una sustanciosa pauta publicitaria, pero que la pasó bastante mal hasta que pudo "arreglar").
Ultimamente se han producido algunas batallas entre las dos empresas (una multinacional y una local) que son las principales abastecedoras de productos de limpieza que está teniendo curiosas repercusiones.
Días atrás vi en facebook una de esas campañas o cadenas de mensajes, que luego tambien recibí por mail.
En ella se "denuncia" que la empresa que produce la Lavandina "Querubín" es propiedad de el excecrable Sr. Moreno (Secretario de Comercio) y se insta a hacer un biocot a sus productos, que segun la cadena son prácticamente impuestos a punta de pistola a los inocentes Supermercadistas, bajo pena de mandarles la AFIP. Para su mejor comprensión copio y pego:
No se les ocurra comprar--- difúndanlo !!!!
Esto es repetido por el gorilaje entusiasmado que cree haberle descubierto el aujero al mate, y además que teniendolo con el aujero pa' arriba no se le cae la yerba. De última no nos extraña dada su escasísima capacidad de raciocinio natural, y mas, obnubilados por el odio como están.
Pero hay un problema: Moreno no es el dueño, ni siquiera socio de la empresa, ni pariente de los accionistas, lo que no sería óbice para nada ya que en estos casos nadie se preocupa por averiguar. Se repite y basta.
El Dr Piccafeces: En la Revista Humor, Grondona White creó un personaje que era el Dr. Piccafeces. Éste era un abogado absolutamente trucho que cumplia acabadamente con todos los atributos de su truchez, y que siempre descubría "el filón" por donde estafar viudas, incautos, accidentados, huerfanos. Tenía un par de pulposas secretarias que lo secundaban, y siempre terminaban los tres en algún paraíso caribeño gozando del dinero de los incautos.
Piccafeces vuelve a atacar: Enterado de estos movimientos, dijo sus palabras claves ¡"el filón"! y ya mas aggiornado en el mundo de la web, descubrió que cada computadora tiene un IP que la identifica, y por ella se puede llegar al emisor de cada mensaje. Piccafeces (esta vez un renombrado estudio jurídico capitalino) se puso en marcha, y sabiendo la ansiedad del mediopelo argento por mostrarse opositor a todo lo que venga del Gobierno nacional a como de lugar, armó el mail que da origen a la cadena. Obviamente lo lanzaron desde computadoras de uso público (locutorios, cyber cafés) para no dejar rastros.Lo demás fue solo esperar; la carnada y el anzuelo estaban listos, y el cardumen ansioso.
Como resulta evidente que un boicot a un determinado producto tiene por objeto causar un daño económico al fabricante, de allí a demostrar lucro cesante hay solo un pasito muy corto. Como también es bastante fácil demostrar que el Sr. Moreno nada tiene que ver con la empresa, tenemos un caso de falsedad ideológica con el objeto de causar un perjuicio económico, que merece ser perseguido judicialmente a los efectos de la reparación del daño causado.
Como cada repetidor del mensaje es uno de los co-autores del delito, demostrable a través del IP de la computadora que lo emitió, cada uno de ellos deberá responder mancomunadamente y en forma solidaria, a los efectos de paliar el quebranto producido a la victima, mas el daño moral causado por la mentira.
O sea, que en cualquier momento empiezan a caer embargos preventivos sobre los bienes materiales de los repetidores de cadenas. En fin; tendrán que acudir al Estudio del Dr Piccafeces para arreglar la indemnización para levantar los embargos o atenerse a la ejecución judicial.
¡Ah! el Dr. Piccafeces solo acepta dólares. En las Bahamas es moneda corriente...
Antonio (el Mayolero)
3 comentarios:
¡Menos mal que la lavandina es producto para limpieza!
¡Mire si fuera suciedad para chiqueros Porca Miseria!
Por primera vez estoy del lado del taimado Piccafeces.
¿Como se sentirán los que cayeron en esta trampa caza-bobos (sé de varios)al ver a Mariana Fabbiani haciendo la publicidad de Querubín?
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