América para la National Rifle Association

Apenas unas horas después de las declaraciones del triunfalista Obama sobre el comandante Chávez, inoportunas más que nunca, con el clásico latiguillo "Venezuela debiera estar en manos de los venezolanos", en Estados Unidos pasó lo que pasa un par de veces por año, de mínima.
Desafortunado momento, que desemboca en el también ya clásico debate sobre la regulación de armas en USA, y menos aún, en el análisis sobre el constante bombardeo multimediático que siente el americano medio por el "matar", el "kill'em all" y por lo cual el mejor remedio para evitar estas masacres es justamente tener armas para matar a los asesinos. Al respecto, recordamos la teoría del miedo de Martin Seligman, que como toda teoría positivista, tiene la interpretación justa para quien más le convenga, como pasa con quien escribe el artículo de donde extraemos este párrafo:

Martín Seligman sostiene que es más fácil aprender unos temores que otros. Seligman sostiene que estamos preparados por la evolución para desarrollar con facilidad temores a ciertos estímulos, como serpientes y arañas, y aunque es más probable que otros objetos comunes causen dolor o daño (como un martillo, un ventilador eléctrico, un enchufe, etc.), es menos probable que se desarrollen fobias por esos objetos que por las arañas o serpientes. Según Seligman estos estímulos representaban peligros en los inicios de la historia humana y por medio de la selección natural, se han vuelto estímulos condicionados muy efectivos.

Cualquier parecido con lo que sucede en nuestro ispa respecto de los porcentajes de asesinatos en ocasión de robo comparados con los accidentes de tránsito o los crímenes pasionales no es pura coincidencia.