Por Garufa
Una de las características más significativas a la modificación de la ley de arrendamientos es que le asegura al arrendatario un alquiler de al menos 5 años, y no uno como ahora, por lo que un productor pequeño/mediano sin propiedad con los huevos suficientes podría cagarsele de risa en la cara al hijo de puta de Grobocoppatel cuando éste venga a pretender pagarle al dueño de la tierra hasta 5 veces más de lo que el arrendatario le paga.
Recordemos algo fundamental, la sojización es tan nefasta que ha roto uno de los principales códigos entre arrendador y arrendatario. Que aquél nunca le arrendaría su campo a otra persona hasta que el arrendatario deje el campo. Esa era una ley de palabra entre los hombres de campo.
Pues bien, ahora no, de un tiempo ha esta parte, si ponés la tarazca, te quedás con la tierra pa’ que puedas lavar guita tranquilo, y que el pequeño productor se vaya a buscar laburo donde pueda.
También cabe señalar, que como esta es una ley presentada desde sectores populares, con apoyo del gobierno peroncho, es suficiente para defenestrarla, máxime si es beneficiosa para los productores agropecuarios de pequeña y mediana escala que podría generar fisuras en al Mesa de Enlace.
La nueva Ley de arrendamientos sufre un paralelismo con la nueva Ley de radiodifusión. En ambos casos el poder de los poderosos se ve cercenado, limitado, controlado.
En la que afecta directamente al Clarinete, por pasar casi de un 80% del éter a tener que competir dentro de un apenas 33%. Además, con la llegada de la TV digital, con un seguro debilitamiento de sus empresas de cable, algo que ya joderá el año entrante la Televisión Pública Satelital con su media docena de canales.
En la que afecta directamente a Los Grobo & Friends, por no poder de ahora en más planear negocios a menos de 5 años, algo impensado en la timba financiera de la soja, que uno debe poder entrar y salir cuando le parezca conveniente, y no cuando una ley que le brinda previsibilidad a un productor se lo determine.
Pues recordemos, si no lo tenemos bien en claro, que el negocio de la soja es bien volátil, a no creerse el verso de que es el alimento del siglo XXI. No. Por eso esta nueva ley jode a los sojeros. El trigo, el maíz, cultivos históricamente culturales en la mesa de casi todos los pueblos, siempre serán requeridos, mayor o menor sea su renta. La soja, vaya uno a saber cuando aparezca algo más tentador para los brockers especuladores.
Algo está claro, nueva Ley de Medios y nueva Ley de Arrendamiento van de la mano, o espalada a espalda, pues sus enemigos son los mismos.
Una de las características más significativas a la modificación de la ley de arrendamientos es que le asegura al arrendatario un alquiler de al menos 5 años, y no uno como ahora, por lo que un productor pequeño/mediano sin propiedad con los huevos suficientes podría cagarsele de risa en la cara al hijo de puta de Grobocoppatel cuando éste venga a pretender pagarle al dueño de la tierra hasta 5 veces más de lo que el arrendatario le paga.
Recordemos algo fundamental, la sojización es tan nefasta que ha roto uno de los principales códigos entre arrendador y arrendatario. Que aquél nunca le arrendaría su campo a otra persona hasta que el arrendatario deje el campo. Esa era una ley de palabra entre los hombres de campo.
Pues bien, ahora no, de un tiempo ha esta parte, si ponés la tarazca, te quedás con la tierra pa’ que puedas lavar guita tranquilo, y que el pequeño productor se vaya a buscar laburo donde pueda.
También cabe señalar, que como esta es una ley presentada desde sectores populares, con apoyo del gobierno peroncho, es suficiente para defenestrarla, máxime si es beneficiosa para los productores agropecuarios de pequeña y mediana escala que podría generar fisuras en al Mesa de Enlace.
La nueva Ley de arrendamientos sufre un paralelismo con la nueva Ley de radiodifusión. En ambos casos el poder de los poderosos se ve cercenado, limitado, controlado.
En la que afecta directamente al Clarinete, por pasar casi de un 80% del éter a tener que competir dentro de un apenas 33%. Además, con la llegada de la TV digital, con un seguro debilitamiento de sus empresas de cable, algo que ya joderá el año entrante la Televisión Pública Satelital con su media docena de canales.
En la que afecta directamente a Los Grobo & Friends, por no poder de ahora en más planear negocios a menos de 5 años, algo impensado en la timba financiera de la soja, que uno debe poder entrar y salir cuando le parezca conveniente, y no cuando una ley que le brinda previsibilidad a un productor se lo determine.
Pues recordemos, si no lo tenemos bien en claro, que el negocio de la soja es bien volátil, a no creerse el verso de que es el alimento del siglo XXI. No. Por eso esta nueva ley jode a los sojeros. El trigo, el maíz, cultivos históricamente culturales en la mesa de casi todos los pueblos, siempre serán requeridos, mayor o menor sea su renta. La soja, vaya uno a saber cuando aparezca algo más tentador para los brockers especuladores.
Algo está claro, nueva Ley de Medios y nueva Ley de Arrendamiento van de la mano, o espalada a espalda, pues sus enemigos son los mismos.
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