sábado, 5 de septiembre de 2009

Mentime que me gusta.






Por el pibe Garufa


La cosa es, de nuevo, más o menos así.
Es tan burdo el gorilismo, tan superficial, tan poco reflexivo, que de por sí, es sumamente efectivo.

Indefendible desde cualquier defensa desde los valores democráticos, la vieja ley de medios de la dictadura tiene su justificación ideal: quién la quiere voltear para beneficio propio. Estos montoneros setentistas, con la zanata de libertad de expresión.

Ni se atiende el grito a viva voz que reza que esta nueva ley NO es K, que se viene trabajando en ella hace años desde cientos de organizaciones sociales y comunicacionales.

Eso sí, la compañera tuvo los huevos suficientes para presentarla ahora, pues como bien dice el gordo trasvestido de Lanata, o se aprueba ahora o no se aprueba nunca (al menos en el Congreso, pues la revolución Cubana llegará en algún momento supongo).

La parodia se sustenta en su mejor acto: aquellos iluminados, y hasta aquellos que se dicen chacareros sin siquiera tener un puto cayo en sus manos (típico farmer), pueden hablar, decir y hasta escribir a quien quiera oír o leer que este gobierno hunde cada vez más al interior, monopolizando el poder en las decisiones capitalinas, cual panfleto de partido político venido a menos que es superviviente de Alianzas desde que los que ahora defiende lo volteron del gobierno hace ya 20 años. Como lo hicieron desde la tan defendida prensa cuando sacaron de una patada en el tujes a su venerado “Viejito” Don Arturo Illia. Todo eso lo salpimentan con la enfática, humillante y chupupamediera defensa de un monopolio de verdaderas desiciones capitalinas a la hora de tener que ubicarse este, en la pelea de apenas un 33% bien federal.

Osea, defienden el supuesto federalismo a la hora de liberar de retenciones al grano, pero no quieren saber nada con una verdadera ley federal de medios audiovisuales.

En el fondo, son unitarios en ambos casos.

Entonces hablan de libertad de expresión y toda esa zanata casi milenaria.

Pero el problema es uno sólo. La posibilidad de perder ese mundo tan estable que la Corporación construyó para ellos, políticos de clase media (o medio pelo) y clase media en general también.

Imagínense, de tener que escuchar de 10 radios o canales, 9 con discurso único, a tener que escuchar a sólo uno con ese discurso, otro con un discurso nakypop (el tercio estatal), y otro con discurso algo parecido o más zurdo incluso (el tercio de las sociedades sin fines de lucro), generará un gran conflicto, más que económico, intelectual. ¡¡Los tacheros y remiseros entrarían casi en estado de pánico!!!

Ahí puede comenzar el esbozo de una sociedad diversa, no hegemónica, más pensante y reflexiva. Prestémosle atención a este dato fundamental. La diversificación de la información es la mejor arma para luchar contra la conciencia subjetiva que forman los grandes pooles de medios. El individuo acostumbrado a vivir según lo que escucha o ve, necesitará más actividad pensante cuando tenga tan diversa oferta, y seguro, que luego de mirar, supongamos, “The Truman Show”, no sólo dirá “que película mala”, sino que también se animará con un “Como le queman el bocho a estos yanquis con la tele y el cine eh!”


3 comentarios:

TRANSLATIO dijo...

Querido coronel...
Tiempos dificiles los que acometen nuestra realidad.
Empeora la situación cuando nos encontramos continuamente atacados por defender un proyecto necesario (necesario en el sentido filosófico del término, dado que debe ser ser de ese modo y no otro).

Sería importante que algunos funcionales a la maquina cultural leyeran este blog...

un saludo enorme

Anónimo dijo...

Manuel el coronel no es más que Marcó

Unknown dijo...

Gracias compañero translatio!!!

otro abrazo enorme!!!

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