y ahora Frankestein deberá hacerse cargo de su hijo

y resulta que nos venimos a enterar, mirá vos, que lo que la cana necesita, es mayor control político. Menos mal! yo buscaba y buscaba y no sabía por donde entrarle al asunto.

Pero quién carajo sino el poder político, con el poder judicial como parte, es el responsable de la formación (no académica, precisamente) de nuestros queridos agentes?

Todo lo que se argumentó sobre los excesos del modelo de consumo dentro de nuestro capitalismo inclusor, para justificar lo simple de copiar conductas "saqueadoras" en las periferias de las ciudades de la soja, allí donde los blancos en el centro disfrutan los placeres del poroto y los grones en los bordes reciben la granza, es aplicable a los agentes del orden también. No es tan difícil embroncar y embocar a un par de agentes, y sobre todo a sus esposas, verdaderas protagonistas del asunto, cuando ven que los beneficios que goza el poder político gracias al sacrificio de esos agentes, no es bien remunerado.

Como decía Antonio antes de ayer, trata de personas, narcotráfico, piratas del asfalto, reducción de autos, barrabravas, abigueato, fuga de genocidas,...en muchos de esos delitos complejos aparece un miembro de la fuerza de seguridad como cómplice. Y no nos asombramos. Pero si pensamos que los muchachos se cortan solos, somos demasiados ingenuos. Atrás de todo hay un gran pez gordo que pertenece al poder político/judicial, poder que por delegación natural,  debe ser el que se encargue del asunto ahora.

El Estado es represor por naturaleza, y como tal, necesita su fuerza. Si esa fuerza, como los grone de la periferia sojera, percibe que la distribución de la renta, la ecuación costos/beneficios, no es justa, se alza. Claro está, no vamos a discutir, que esa percepción es debidamente revelada por los intereses contrarios, pongamosle, a lo que nosotros entendemos por democracia. Mientras, el Estado, hace todo lo posible para que eso suceda con su bendito discurso de la inseguridad.
Hoy la PBA egresa agentes casi como maestros. Nuevas cárceles, nuevos penitenciarios. Combatir con presencia policial la sensación de inseguridad. Y con cada pibe nuevo que se calza el uniforme, una nueva pieza encaja en el sistema.diagramado por el poder político para combatir el chiquitaje delictual y la protesta social pero para amparar los delitos complejos.

Por eso las mulas van en cana y los narcos viven en nordelta. Ahí está el meollo de la cuestión.