Por Garufa
¿Se acuerdan de estos dos?
Los que nos vendieron el sapo de De La Rúa. Resulta que Ramiro y Carlos volvieron a las andadas, o al menos lo intentan, porque después de semejante sapo, los políticos ni quieren oír hablar de ellos, y no porque sean malos en su laburo, no cualquiera te vende semejante buzón; más que nada no los quieren por yeta, lisa y llanamente (me toco un huevo) por yeta.
Entonces la pareja ahora recorre los pueblitos como el nuestro, para en época de elecciones, hacer unos mangos.
Flor de sorpresa se llevaron al ver el cartelito radicha en el pueblo fusiladeño, el apellido de uno de sus candidatos a concejal les calzaba al dedal para hacer una campaña progre tan de moda últimamente en el mundillo burgués: Legalizar la marihuana, el porrito bah.
Se dijeron: busquemos a los radichas, les proponemos cambiar al susodicho el apellido por Cannabis-i y de esta forma captamos de forma casi subliminal el voto joven del nene bien, ese que sueña con fumarse un porrito en una azotea de verano en Barcelona, junto a una gaita en tetas y escuchando al nabo de Calamaro. Hay muchos de esos, reconozcámoslo.
Tuvieron tanto culo que encontraron a los rada en plena discusión de campaña, ahí nomás se presentaron, que tal, Carlos, como va, Ramiro, mucho gusto, y empezaron con la zanata que tal vez les salve el año, si hasta hablaron de darle un fondo con motivos medios estrafalarios de hojas raras a los carteles. Dos jóvenes radichas se pararon a aplaudirlos exageradamente, hasta que el concejal en cuestión los cagó a pedo, se levanto recaliente y los saco del fundillo del toor a esta manga de giles pelotudos, chetos de BA. Es que el concejal en el fondo es compañero, y sabe bien que no hay cosa más antiperonista que la puta droga, que sólo la inventaron para hacer mierda a nuestros pibes. Claro, el puto pasto ese no te hace nada, te dicen, pero entonces a los pibes pobres que no la pueden comprar le dan una droga barata para dejarlos contentos y ya que estan, matarlos.
Eso hizo, es sabido, Giuliani en NY con los negros peronistas del Bronx, meta heroína y a la bolsa con estos negros de mierda. Eso quieren hacer acá los muy hijos de puta con el paco a nuestros pibes. Por eso la droga es antiperoncha, además no hay nada más burguesito que la marihuana. Un peronista fumando porro? Habrase visto, por favor...
Bueno sí, hubo uno, pero con expresa autorización del General. Resulta que el grone, de unos pelos pajosos, se llamaba Roberto, pero le decían Bob, estaba en Cuba de joda y se alistó con la revolución a defenderla en pleno kilombo de Bahía de Cochinos, Roberto era peroncho ya, y ahí mismo, en plena trinchera, le ofrece un porrito al Bebe Cook. Imaginate, el gordo lo mando a la mierda, si hasta le dio un bife. Entonces Bob le dice: –no te enojés chabón, está todo bien, yo nací donde todo el mundo fuma.
El gordo lo entendió y le solicitó una autorización al mismísimo General, que se la concedió, pero con una sola condición, que se vuelva a su ispa y siga haciendo esa música rara, y así partió Bob, el único peroncho que se fumaba un porrito de vez en cuando...
Pero en que estabamos? Ah, si, en Ramiro y en Carlos. Justo cuando se iban, con el culo rojo de las patiaduras que les porpinó el concejal compañero-radicha, vieron un pasacalle de un tal Francisco, muy Pro él.
Esta es la nuestra, dijo Ramiro, usemos su sobrenombre que ya tenemos slogan!!!
“Vota por Paco, que tenés Francisco seguro”
Los que nos vendieron el sapo de De La Rúa. Resulta que Ramiro y Carlos volvieron a las andadas, o al menos lo intentan, porque después de semejante sapo, los políticos ni quieren oír hablar de ellos, y no porque sean malos en su laburo, no cualquiera te vende semejante buzón; más que nada no los quieren por yeta, lisa y llanamente (me toco un huevo) por yeta.
Entonces la pareja ahora recorre los pueblitos como el nuestro, para en época de elecciones, hacer unos mangos.
Flor de sorpresa se llevaron al ver el cartelito radicha en el pueblo fusiladeño, el apellido de uno de sus candidatos a concejal les calzaba al dedal para hacer una campaña progre tan de moda últimamente en el mundillo burgués: Legalizar la marihuana, el porrito bah.
Se dijeron: busquemos a los radichas, les proponemos cambiar al susodicho el apellido por Cannabis-i y de esta forma captamos de forma casi subliminal el voto joven del nene bien, ese que sueña con fumarse un porrito en una azotea de verano en Barcelona, junto a una gaita en tetas y escuchando al nabo de Calamaro. Hay muchos de esos, reconozcámoslo.
Tuvieron tanto culo que encontraron a los rada en plena discusión de campaña, ahí nomás se presentaron, que tal, Carlos, como va, Ramiro, mucho gusto, y empezaron con la zanata que tal vez les salve el año, si hasta hablaron de darle un fondo con motivos medios estrafalarios de hojas raras a los carteles. Dos jóvenes radichas se pararon a aplaudirlos exageradamente, hasta que el concejal en cuestión los cagó a pedo, se levanto recaliente y los saco del fundillo del toor a esta manga de giles pelotudos, chetos de BA. Es que el concejal en el fondo es compañero, y sabe bien que no hay cosa más antiperonista que la puta droga, que sólo la inventaron para hacer mierda a nuestros pibes. Claro, el puto pasto ese no te hace nada, te dicen, pero entonces a los pibes pobres que no la pueden comprar le dan una droga barata para dejarlos contentos y ya que estan, matarlos.
Eso hizo, es sabido, Giuliani en NY con los negros peronistas del Bronx, meta heroína y a la bolsa con estos negros de mierda. Eso quieren hacer acá los muy hijos de puta con el paco a nuestros pibes. Por eso la droga es antiperoncha, además no hay nada más burguesito que la marihuana. Un peronista fumando porro? Habrase visto, por favor...
Bueno sí, hubo uno, pero con expresa autorización del General. Resulta que el grone, de unos pelos pajosos, se llamaba Roberto, pero le decían Bob, estaba en Cuba de joda y se alistó con la revolución a defenderla en pleno kilombo de Bahía de Cochinos, Roberto era peroncho ya, y ahí mismo, en plena trinchera, le ofrece un porrito al Bebe Cook. Imaginate, el gordo lo mando a la mierda, si hasta le dio un bife. Entonces Bob le dice: –no te enojés chabón, está todo bien, yo nací donde todo el mundo fuma.
El gordo lo entendió y le solicitó una autorización al mismísimo General, que se la concedió, pero con una sola condición, que se vuelva a su ispa y siga haciendo esa música rara, y así partió Bob, el único peroncho que se fumaba un porrito de vez en cuando...
Pero en que estabamos? Ah, si, en Ramiro y en Carlos. Justo cuando se iban, con el culo rojo de las patiaduras que les porpinó el concejal compañero-radicha, vieron un pasacalle de un tal Francisco, muy Pro él.
Esta es la nuestra, dijo Ramiro, usemos su sobrenombre que ya tenemos slogan!!!
“Vota por Paco, que tenés Francisco seguro”
2 comentarios:
jaja, me han hecho reí mucho. si, es cierto, la droga es una verdadera mierda.
Saludos
Marta Guillermina
Votamos por Francisco Paco De Narváez o por el Paco de Francisco De Narváez?
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