Volver a creer en Dios

"Maradona, il Napoli ti ama, ma Italia é nostra patria"

Para los gallinas extremistas como uno, el Dié es una situación compleja, un hecho incómodo. Ese hecho maldito si se quiere. Osea, los hinchas posta que no la vamos de periodistas nunca vamos a aceptar que Riquelme, Palermo o el Chino Benítez (?) son buenos jugadores. Bosteros y punto. Salvo la magia desplegada en México e Italia y las pinceladas en USA, el Dié nunca fue excepción a la regla para mí. Por más tatuaje o charlas con Fidel, o apoyo a la Compañera en 2007. Sin embargo el hincha del fútbol in extremo sabe que el fútbol también es política. Y me es imposible negar la entrega y la pasión que brinda Diego por nuestra selección. Hoy me siento como un gorila reconvertido, como ese personaje del cuento de Enrique Wernicke, como el trosko que se aviva por fin de que el peronismo es la única revolución posible. Y ojo, que los reconvertidos somos los más acérrimos defensores.

Perdón Dié, por haber pecado.