domingo, 11 de abril de 2010

Entristecidos o movilizados



El viernes, justo cuando se daba la movilización en el obelisco, me fuí a visitar con un amigo a su viejo que había sido operado del cuore hace unos meses y afortunadamente ya se encontraba 10 puntos.

Siempre hablamos de política, pero hace rato que no lo veía. Yo sabía que él y su esposa apoyan el modelo naquipop actual, a pesar de que sus cinco hijos, todos profesionales universitarios, no lo hagan, y a pesar también que mi amigote haya logrado ser beneficiado con los créditos inmobiliarios que en 2009 largó el Hipotecario y que nadie iba a obtener.

Cuando comenzamos nuestra conversación, el viejo me tiró algo así como:

-"qué mal que están las cosas Manuel"

A lo que yo le respondí que NO, que vamos bien, que este es el camino y este es el proyecto y todas esas cosas que en estas ocaciones decimos. Sorprendido por mis palabras, se alegró, no pensaba que yo opinase como él, y ahí nomás nos pusimos a charlar sobre logros y sobre el discurso dominante. Mi amigo, que ni siquiera es opositor, cebaba mate, miraba de reojo y escuchaba de reoído mientras se hacía el boludo y miraba tele.

La gran pregunta es por qué alguien que es oficialista comienza una conversación sobre política negando su propio pensamiento.

No es difícil responderse si uno mira su entorno inmediato. Aturdirse así es fácil.
A mi me sorprendió de todas formas, uno sabe que muchos se quedan en silencio por miedo a confrontar, o hasta asienten las críticas; pero comenzar una conversación en contra de lo que uno piensa, "por las dudas", es un mecanismo de defensa que hasta ahora no había enfrentado.

De ahí la importancia de movilisarse. Como le comentaba a Gerardo en esta entrada, la movilización es como un ritual de iniciación, ni más ni menos, aún más en aquellos agenos a la participación política. Al viejo de mi amigo le hubiese venido muy bien estar esa tarde/noche en el obelisco y no sentado mirándolo por TV. No siempre es posible. Pero se convencería por fín que no es el único loco que piensa como piensa y no necesitaría escudarse tristemente en el discurso de un eventual adversario para evitar así una confrontación.

6 comentarios:

Javier dijo...

Supongo que pasa que salimos hace poco muchos a la calle , pero el tema de autodecirse la mierda pficialista , habla de lo mismo que vos decis , hoy se toma sarcaticamente la frase pero encierra en su origen esa sensacion de culpa que quisieron imponer los monopolios , pero vemos que nunca lo lograran vencernos

Un abrazo

Unknown dijo...

Es cierto eso compañero. Ese sarcasmo, esa ironía, como que también contradice. Nunca le dí mucha bola.

Roque Baruyo dijo...

Reconzco ese rasgo de carácter, mucho más común de lo que creemos. Años de prédica antinacional han limado la confianza y el orgullo de pertenecer a algo. Escepticismo, indiferencia, desconfianza, descompromiso abosluto y hasta la negación de las creencias propias. No es nuevo. Scalabrini describe algo parecido también en El Hombre
que está solo y espera. En el fondo es miedo al cambio, porque nos han hecho sentir fuera de la historia y muchos no saben que para no ser víctimas del realhay que ser protagonistas. Salú, compañero Manuel!

Unknown dijo...

Tien razón compañero, El hombre que está solo y espera!!!

además, esa es la imagen

Ricardo dijo...

Un post esperanzador, Manuel.
Gracias.

Coincido en que salir a bancar banderas en las que uno cree y ver que estamos juntos y somos mucho es lo que necesitamos para seguir con alegría.

Unknown dijo...

Si, ni hablar ricardo, eso mismo me decía el viejo, que alegría saber que otros piensan como él. A nosotros se nos hace fácil, yo les digo a muchos cumpas que todavía no provaron con la blogosfera peroncha, que se metan, es una excelente terapia que de yapa es herramienta de militancia.

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