militar golpista

Lino Oviedo es una figura controvertida, todavía se lo menciona como "militar golpista". Bueno, es que fue uno de los encargados de detener a Stroessner y además fue acusado de un par de intentonas de golpe a presidentes y también de lo que se conoce como marzo paraguayo, y por lo general de casi todo mal que amenazara al Paraguay inmediatamente después que Oviedo capitalizara políticamente el arresto del genocida ex-dictador. Un dato es claro y objetivo, la prensa liberal conservadora, la defensora de los intereses corporativos, acá, allá y acullá, siempre lo demonizó.

Proveniente de una familia de campesinos, Lino Oviedo se jactaba de ser el único dirigente político capaz de hablar el guaraní sin dificultad, algo que también hacía el desafortunado Fernando Lugo en varios de sus discursos en las barriadas populares.

La historia reciente del Paraguay, desde el derrocamiento de Stroessner hasta acá, se cobró la vida de un vicepresidente, de la hija de un ex-presidente (se intentó involucrar a las FARC) y ahora en un accidente, la de uno de los protagonistas de la última década política del país hermano, si bien los medios de allá y de acá nos contaban que su ciclo estaba terminado.

Además, se dieron dos hechos casi calcados con casi calcadas consecuencias, el mencionado marzo paraguayo y la masacre de Curuguaty que sirvió de plataforma para la destitución de Lugo.

Si bien es difícil el análisis de los acontecimientos en el Paraguay post-stroessner desde la porteña pampa húmeda, habrá que decir que la Triple Alianza aún hoy saborea la victoria sobre el Mariscal.

Mientras tanto, el pueblo venezolano toma las calles otra vez en conmemoración del fallido intento de golpe de estado del Comandante Chávez al pitiyanqui presidente Carlos Andrés Perez que dio comienzo a la revolución bolivariana. Y este 4 de junio nosotros deberíamos al menos, alzar un porroncito de cerveza para festejar los 70 años del golpe que inevitablemente desembocó en el peronismo. Digo...