Con dos horas de retraso, el mandatario norteamericano inició la segunda etapa de su viaje oficial a Brasil. Aparentemente, la más esperada por él: al fin y al cabo, Obama se quedará en Río casi el triple del tiempo que pasó en Brasilia, la capital. Su helicóptero aterrizó en la cancha del Flamengo, el más popular equipo brasileño de fútbol. No es que Obama haya deseado hacer un homenaje especial a la hinchada: es que su aparato es demasiado grande para los helipuertos de las vecindades.
De ahí al hotel que lo hospeda en Copacabana, a poco más de tres kilómetros de distancia, al que la primera familia se trasladó en una formidable comitiva de quince vehículos blindados protegidos por cien motociclistas de la policía y un número no determinado de coches con policías y agentes de seguridad. Teóricamente, todo bajo coordinación del ejército brasileño. En la práctica, todo determinado y ejecutado bajo las rígidas orientaciones del equipo de seguridad de la Casa Blanca.
Además de las dimensiones del aparato de seguridad, impresionó a todos en Brasil la prepotente truculencia con que se portan los agentes norteamericanos y la falta de diplomacia de los diplomáticos que integran el protocolo de la visita. Sergio Cabral, el muy parlanchín gobernador de Río, y Eduardo Paes, el alcalde de la ciudad, fueron sumariamente informados de que no podrán acompañar a Obama en su visita de la mañana de hoy al Cristo Redentor, la imagen pública más conocida de la ciudad en todo el mundo. Además, en la visita que enseguida el presidente más poderoso del planeta hará a la inmensa favela Ciudad de Dios, los dos –gobernador y alcalde– deberán mantenerse confinados en la sede de la asociación de moradores donde Obama, luego de recorrer algunas calles de la barriada miserable, dirigirá algunas palabras a una platea previamente seleccionada con lupa por los servicios norteamericanos.
Eso sí, al menos, el compañero Lula, como buen kirchnerista que es, decistió de ir al almuerzo con el señor presidente, señor!, si señor!
Más que las presencias, ha sido una ausencia la que más se destacó en el almuerzo de Itamaraty al visitante: de los cuatro ex presidentes invitados, solamente uno agradeció y pasó, sin explicar sus razones, de la invitación: Luiz Inácio Lula da Silva.
5 comentarios:
Lo mas significativo fue la orden de fuego dada en presencia de Dilma,todo un mensaje mafioso para marcar la cancha
MENOS MAL QUE ES NOBEL DE LA PAZ
Mire Usté le hablaron suavecito en la orejita a CFK jiijijijijijijiji despues los peronchos dirán que no lo votaron a vice como hicieron a Isabelita, Scioli, Cobos, ¿ Voto cautivo le llaman Peronchines?
Le suspendieron el paro pero le bajaron la bombachita, ¡la tenés adentro Kretina!!! pasen y vean
http://www.inforegion.com.ar/vernota.php?id=226531&dis=1&sec=2
Obama en el Fondo es bueno
En el Fondo monetario..
Saludos che
Por eso creo que Bush es un tipo mucho más honesto Nando.
Oscar, no se crispe y vaya tramitando la visa.
Ja Cané, muy bueno compañero!
Mi Coronel! Cada vez que veo el rostro de ese presidente tengo que arrepentirme al rato de mis pensamientos, tan vívidos como inconfesables. Mi afecto, compa!
Publicar un comentario