jueves, 3 de marzo de 2011

Vidas Paralelas...



Por el cro. Antonio

Allá por el siglo pasado, cuando se dió por esas circunstancias el proceso de sustitución de importaciones (comienza en la 1ª Guerra Mundial y se acentúa durante la crisis del '30) la burguesía industrial argentina no tenía entidad. Se reducía a unas pocas empresas del ramo alimentario y metalúrgicas sin demasiada trascendencia.

La burguesía argentina se expresaba institucionalmente a través de la Sociedad Rural Argentina, lo cual era razonable, ya que era una burguesía ligada estrechamente a la posesión de la tierra, y a los derivados de ella (producción granaria con mano de obra arrendataria o mediera). El resto de la actividad económica era simplemente lo que de esa productividad derivada correspondía. La industria del frigorífico estaba en manos de los Ingleses, en forma directa, y el comercio de granos también. Así lo habían diseñado ellos mismos tal como lo hemos desgranado a través de muchos posteos.

Por ello era perfectamente natural que el vice-Presidente de la Nación Julio A. Roca (h) dijera al firmarse el tratado Roca-Runciman "Con la firma de este tratado, la República Argentina pasa de hecho a ser parte integrante del Imperio Británico" (viendo algunos antecedentes y la realidad actual, yo creo que de darse una reforma constitucional, habría que suprimir el cargo; de hecho creo que Chile no lo tiene y no pasa nada extraño).

El resto de las instituciones de la actividad económica sintonizaba la misma onda, por lo que no había mayores inconvenientes en afinar el coro cuando algún populista como Yrigoyen terciaba en el asunto.

Pero en el correr del tiempo, y ante el fenómeno de sustitución de importaciones una naciente industria no tradicional comenzó a crecer de la mano de otros actores sociales. Ya no eran las familias tradicionales las que manejaban esas industrias nacientes sino los inmigrantes e hijos de inmigrantes que hablaban otro lenguaje (y no me refiero a sus respectivas lenguas madres, sino a un lenguaje que expresaba otros intereses) y discordaban social y económicamente con la clase dominante.

Era necesario, como se dice ahora, "conducir" ese proceso que inevitablemente iba a entrar en conflicto con el statu-quo. Por eso allá por la década del '30 se fundó la UIA (Union Industrial Argentina) como expresión de ese otro sector naciente. Como la oligarquía dominante tenía el "know how", le ganó de mano fundando es institución para "representarlos". Y así los importadores de bienes (bienes que se empezaban a sustituir por otros de fabricación argentina) se travistieron en "industriales" para representar los intereses preexistentes, sentando así las bases de la mentalidad industrial generalizada en nuestro país, es decir ; "Cuando conviene fabricar acá lo hago yo, y cuando me conviene importar despido a todo el mundo, y me dedico a importar".

Es decir, crearon una entidad con los mismos pincipios filosóficos que la SRA, a saber;"Primero nosotros, luego nosotros, y si sobra algo, nos anotamos para el reparto". Como la cosa en lo electoral no les iba nada bien, gobernaron por medio del fraude, las FFAA, la proscripción y todo cuanto recurso estuviera a su alcance sin excluir el genocidio si fuera menester.

Así SRA y UIA han venido influyendo sobre nuestras vidas por muchos años con algunos respiros que tuvimos.

Pero en los últimos 30 años las cosas han ido cambiando. Agotadas la vías de fuerza al terminar la ultima Dictadura, volvieron a la viejas técnicas. El condicionamiento y la infiltración. Ya las habían practicado con el Alvearismo en la UCR a la muerte de Yrigoyen, hiriendo de muerte al primer movimiento de masas que llegó al gobierno, y anduvo cerca del poder (cosa que ya hemos contado) y dejándolo tan enfermo que si bien tiene existencia jurídica, nada tiene que ver con lo que fué.

Alfonsín (el de en serio, no esta caricatura) padeció por los dos lados. La infiltración (por tener un partido disociado con sus principios) y el condicionamiento (por parte de los medios de comunicación y los factores de poder), haciendo que podamos considerarlo el último Radical, demasiado Presidente para el partido que tenía.

Luego se infiltró al peronismo domesticando a Menem, de entrada con una hiper más grossa que las de Alfonsín hasta que el turquito ladino entró en razones, y le entregó el manejo a los Alsogaray , dedicándose a la joda y como dice el tango "te gustaron las alhajas, los vestidos a la moda y las farras con champán" y así se fue todo a la porra.

Los industriales de la UIA se reconvirtieron en exportadores y los amigos de la SRA en aliados de las multinacionales de granos.

Hasta que en 2003 la cosa empezó a marchar en otro sentido; y de yapa con un loco que decía que no había llegado hasta ahí para dejar sus convicciones en la puerta. Al principio no le creyeron, tanto que ni siquiera fueron ellos a ponerle los puntos, si no que mandaron a uno de sus alcagüetes, un tal Escribano, que le llevó el manual de instrucciones para durar en el cargo.

De ahí para acá es historia reciente. Tuvieron que salir ellos a la calle, tuvieron que llamar a sus adláteres de CRA, y llamar a sus ex-peones y arrendatarios ahora en FAA y CONINAGRO para poner la cara. Tres años después exactamente, la Mesa de Enlace está en pleno desbande. El sálvese quien pueda impera en sus filas.

Quedaba la UIA para aguantar los trapos. Ahora Techint y Arcor se han visto obligadas a ceder posiciones y aceptar a De Mendiguren como Presidente. AEA (Asociación Empresaria Argentina) un engendro ideado por Magnetto de Clarín no puede hacer pie.

Y sin meterme demasiado con Plutarco, he intentado hacer las vidas paralelas de la SRA y la UIA. "Tanto correr pa' llegar a ninguna parte" dice una chacarera...

Y de yapa, llegó Cristina y mandó parar...





3 comentarios:

68 y contando (y van 75) dijo...

Cro Antonio, se le sale el viejazo con aquello de "mandó a parar" ¿Se acuerda de donde viene? De aquella canción "y aquí pensaban seguir mamando y mamando tierra sin sospechar que en la Sierra se alumbraba el porvenir..y llegó el comandante y mandó a parar". Estoy seguro que si recuerda, pero me dió pié para repetirla rememorando aquello de ¡Hace medio siglo!
Saludazo.

68 y contando (y van 75) dijo...

Era "tragando y tragando tierra".¿Maldito Alzehimer!

Antonio (el Mayolero) dijo...

¡¡Estamos mas para Chapadmalal que para Villa Gessell...!!!!

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