Cuando ser gobernador no basta

El profe RLV nos deja una apreciación que a continuación pego acompañada de este artículo de Anguita en el Tiempo:

El problema político es pensar el presente, sobre la experiencia del pasado, con la mirada puesta en el futuro. Es aquí donde aparece el papel fundamental de las juventudes, como organizaciones del Movimiento Nacional Justicialista, para trabajar diariamente sin perder el rumbo. Muchos "compañeros" de hoy no sé si lo serán en el 2015 (No olvidar el 2008-9). Por ello no debemos engañarnos en triunfos de hoy, sino pensar en cómo se va organizando el proceso para el 2015.


Por eso, toda la discusión en torno a la victoria de Urtubey en Salta, que Urtubey si, que Urtubey no, que se dio entre los compañeros, se centra en el legado que se deberá ocupar en 2015. Y Urtubey lo sabe bien, y bien legítimo es que aspire a ese lugar de poder. Y ahí es donde la discusión comienza y aparecen los conceptos de siempre, que el progresismo esto, que los peronistas esto otro, que el pensamiento porteñocéntrico lo de acá que el conservadurismo provinciano lo de allá, cuando tal vez se pierde una de las cuestiones más obvias, la de la sucesión en 2015 y el rol que tendrá en la conducción del movimiento.

Por un lado, el apoyo de Moyano a Wayar desnuda que la cosa no la va entre izquierdas y derechas, sino entre disputas de poder dentro del peronismo, hoy, kirchnerismo, entre, tal vez, como dijo el cro. horca una vez, la dirigencia sindical y la territorial, o quién controla ese territorio. Osea, argumentar que se debía bancar a Urtubey acríticamente choca  bastante con el posicionamiento del presidente de la CGT. Por otro lado, Olmedo fue una cuña entre los dos candidatos kirchneristas, pues a medida que en las encuestas crecía (se llegó publicar un 30% de intención de voto) tal vez muchos electores de Wayar pensaron en no correr riesgos y optar por el actual gobernador. Algo que les puede pasar a muchos votantes de Sabatella, por ejemplo, si el Colo levanta un poco.

Pero me quería centrar en la figura de Urtubey como gobernador (y esto de que le toca serlo) de Salta. Ayer en DDD, Wainfeld nos recordaba todos los últimos presidentes que antes fueron gobernadores, como justificando las reales posibilidades de construcción política del goberna salteño. Pero la muestra fue escasa, sin contar a Cristina, fueron tres elegidos en las urnas, y sí, dos de provincias alejadas de la capital. Pero con contextos de gobiernos salientes distintos. Lo decíamos la otra vez, sin el apoyo mediático, y a menos que la conducción política lo proponga, a un gobernador del interior se le complica mucho más instalar su candidatura a nivel nacional, ponéle para unas internas, que al gobernador de Buenos Aires o al Jefe de Gobierno. Realidades de un país bonaerense, que se le va a hacer. Ahora, si ese gobernador fuera opositor, sea cual fuere la provincia, la cosa cambia. El gobernador sí tendría quien le escriba.

Hoy si Crisitna decide postularse, las cosas están más que claras, por eso nadie se arriesga. En 2015 no, ahí la disputa, y la posibilidad de romper antes de las elecciones si se privilegian las aspiraciones personales.

Por eso es importante detenerse y analizar cada candidato, que hoy bien puede ser un aliado, circunstancial, por pragmático, y ser más bicho que el propio bicho para que cuando llegue el momento de la traición, uno esté preparado.