jueves, 15 de diciembre de 2011

Reivindicación al 3er Perón y el dilema de conducir cuando no se es el General


Pareciera que hoy Cristina es la única que ve lo que se está viniendo en rededor nuestro, Latinomérica y nuestro ispa más específicamente desatada ya sin desenfreno la crisis imperialista.

Quien reconoce en el cro. Hugo Moyano un luchador coherente desde los '90 a esta parte, lamenta mucho la ruptura. Obviamente que hoy muchos compañeros respiran aliviados, justo como lo hacen Clarín, La Nación y Techint. El momento menos oportuno para esto.

Desde este momento, Moyano pasa a ser el niño mimado que supo ser Sergio Schoklender, y obviamente eso él lo sabe y se arriesga. No es un pescado como sí lo fue el buenazo de barba y lentes.

Pero vayamos al núcleo de la disputa, al real: el poder y la conducción. El secretario general de la CGT reclama con legitimidad la poca relevancia que tiene esa entidad en la toma de decisiones, pongámosle en lo referido al trabajador o al plano legislativo, pero desconociendo como se viene diciendo, que la conducción estratégica recae en el conductor. A eso le sumamos el surgimiento juvenil en la militancia, ese recambio o retoque en las fuerzas del movimiento que se lee como lo que Moyano describió como "no peronista". Y se reclama en la figura del General al único conductor. Lástima que esté muerto y que en los '90 el cro. Hugo no aglutinaba tanta militancia.

He aquí el dilema de Cristina y su reivindicación constante al General del "para un argentino no hay nada mejor que otro argentino". Discutir al peronismo tratando de proyectarlo a nivel nacional hoy como en el 70 es obsoleto, caduco, retrógrado y obstaculizante. Esto lo deben tener en claro también los "pibes para la liberación" que le cantan a la derecha y a los gorilas. Pensemos en cuánto se suma y en cuánto se resta. Y sobre todo, hasta dónde se piensa llegar.

El proyecto que continúa, en esta tercera etapa, la de profundización y fortalecimiento de lo conseguido, en un contexto de crisis externa y de todavía debilitamiento interno, necesita de una planificación que realmente pocos pueden ver. La Luna y no el dedo, nuevamente.

Los reclamos de Moyano son herramientas, él bien sabe que pretender la igualación de la AUH a todos los trabajadores es falaz pues los formales la tienen, y además, es coincidente con el discurso de Biolcati y Carrió.

Un viejo dirigente peronista me advertía, no sea cosa Manuel que repitamos la historia, el sindicalismo y la juventud enfrentados. Uno no lo cree. Como tampoco lo comenzado en 2008. Moyano por puro prejuicio racial y clasista no es un tipo simpático para las clases medias, pero tampoco éstas soportarían otro desabastecimiento.

Cuando Cristina reclama que la ayudemos, es porque se sabe sola. Sabe que conduce, pero que muchas veces no la entienden.

El discurso de Moyano, de barricada, es de ruptura. Estuvo clarísimo. En las disputas internas del movimiento se verá el devenir. Uno espera que buena parte de la dirigencia, secretario de la CGT en primer lugar, se trague el escupitajo antes de lanzarlo. Por otro lado, tener en cuenta su estrategia para mantenerse frente a la CGT, el acercamiento a los traidores duhaldistas (que uno duda le permitirán que continúe) y su dificultad de mantenerse frente a la entidad gremial a partir del año que viene. Si no es él, son los gordos.


4 comentarios:

profquesada dijo...

Muy buen post. La situación es así de cruda y así de abierta. Si los que heredan la CGT son los gordos perdimos, esos son aliados naturales del liberalismo. Espero que no suceda. El problema es que lo que Hugo parece pretender es disputarle a Cristina la conducción y, hacerlo desde el lugar del conductor del movimiento peronista, es decir ocupando el lugar de la ortodoxia. Hay una gran dosis de anacronismo, simplificación y maniqueísmo en la estrategia de Hugo que bien puede llevarlo a terminar aliándose con los enemigos del Proyecto Nacional que encabeza Cristina representados por Venegas, Barrionuevo y lo peor del liberalismo que ya insinuaron estar de su parte y, por supuesto ser los dueños de la ortodoxia. Seria una tremenda contradicción para el que fue un luchador terminar rindiéndose al que fue su enemigo. Me parece que hay en juego una gran dosis de personalismo, de características personales, de carácter y de género que obstaculizan ver una salida al conflicto que sea más creativa y que refuerce el Proyecto en lugar de debilitarlo. No se es más peronista declarándolo o agitando los símbolos, eso hoy juega para los que pretenden dividir al campo popular.

Unknown dijo...

profe, clarísimo usté como siempre.

Nando Bonatto dijo...

Estimado, para ser un estadista como Cristina y Kirchner hay que superar la vision sectorial y mezquina que parece haber invadido a Hugo Moyano,
falta de anteojos en el mejor de los casos o defensa de intereses concretos en el peor.Es largo me extiendo en el blog en un tema que entiendo un poco que es de las Obras Sociales, quizas el centro de la cuestion.
de todas maneras,un planteo asi a cinco dias de la asuncion...
es una putada

Javier dijo...

Cuando decis que no la entienden a Cristina , entiendo que se debe a un estilo de conduccion ultraverticalista donde nadie sabe claramente cuando y donde ni como pero siganme los buenos porque siempre seguira apelando a la sorpresa , porque no existe instancia alguna para que las bases puedan expresar junto con Cristina adonde queremos ir y tampoco por ahora existe en el libreto cambiar eso . Digo en relacion a las cascaras vacias y al armado de listas lo que dice Moyano no deberia extrañar a nadie

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