Después de una década, volvieron los desfiles castrenses. Y convengamos que entremedio, la relación de fuerzas entre pueblo y militares ha cambiado, y mucho.
Que las fuerzas armadas, que el ejército de una nación sea parte de su origen, no lo discuto. Lo de la Iglesia y el campo, sí, eso es sanata, pero en cualquier lugar del mundo, una nación puede conformarse como estado gracias a los fusiles que portan sus fuerza. También estaremos de acuerdo que dependiendo de a qué intereses respondan esas fuerzas, se moldea el ispa que se moldea. Osea, por eso nos caen bien los milicos cubanos, el propio Che, Belgrano y San Martín, y aborrecemos a los Videla, Uriburu, Massera, Rojas, Marines o a cualquier tropa de ocupación Imperialista. Digo, la Fuerza existe, el tema es como se conduce, como se orienta, y para quién.
Si bien este proyecto nacional también está haciendo historia en esa materia (el laburo del Ministerio de Defensa es revolucionario en ese sentido), el Pueblo que sustenta este proyecto, que banca a esta conductora, todavía le esquiva a las FFAA, y con justa razón por cierto. No vamos a discutirlo. Pero me pregunto cuánto más poderoso podría ser ese cambio si en vez de ver a esa gente paqueta aplaudir el desfile, viéramos flamear banderas con el Che o el General (por citar dos militares populares) al pasar los soldados a nuestro lado. Sería un poco incómodo para la aristocracia castrense me imagino. Yo insisto en que las fuerzas armadas y las de seguridad, para que realmente sufran un cambio ideológico, deben ser inundadas por gran cantidad de militantes y cuadros, pues mientras les esquivemos, se las dejamos a los otros. Los Gauchos Infernales, el éxodo jujeño, Cabral mismo como esclavo, eran sujetos del Pueblo. Me podrán decir que la gran mayoría de los veteranos de Malvinas y hasta los colimbas implicados en crímenes de lesa humanidad también. La diferencia es a quién les respondían sus líderes, y al decir de Antonio, si al Régimen o a La Causa.
Adhiero al pacifismo, pero uno no es tan ingenuo como para creer que el lobo es capaz de respetar un pacto si sabe que uno no tiene con que defenderse.
En cuanto a la Armada, ajjjj, habría que undirle todos los barcos, esos me parece que no cambian más.
3 comentarios:
Adhiero. Necesitamos un enorme ejercito de salvación, pero humanitaria. De catástrofes, de ayuda social, de auxilio.
Gracias Matías, es un poco incómodo para uno que reivindica la memoria y aborrece la tortura y el autoritarismo, tratar de hacer un post al respecto que sea lo más claro posible.
Mirá Manuel, este es un tema con el cual tengo con mi pareja (miltante él) discusiones muy a menudo.
Por mi trabajo, tengo contacto con policía federal, provincial, prefectura y gendarmería a diario. Y sostengo que han cambiado los tiempos, y las personas que integran esas fuerzas, y por ende, lo extiendo a las fuerzas armadas, y no solo a las de seguridad.
Han cambiado, y es real que han cambiado. Quizás no ciertas cúpulas, pero el tipo común, cambió, es otro. Es una persona que elige esa opción como mejor propuesta laboral para la educación que posee o puede llegar a obtener. Y hay que salir de los 70's, y empezar a mirarlos con otros ojos.
Cuesta, yo sé que cuesta, yo sé que si te persiguió la cana para matarte cuesta, pero las personas son otras ahora.
Madurar es parte de entenderlo. Y como vos decís, no está mal vitorear en el estilo de uno, que será otro, que no será ni garca ni golpista.
Así como hay que ser abierto a unas cosas, también hay que estar abierto a otras. CUESTA, no lo dudo, pero uno también tiene que cambiar en esas.
Tu posteo es clarísimo, el tema es que cuesta. Como diría mi abuelita, tienen mucho hilo en el carretel.
Yo iré esta noche a Pza. Moreno (la plata) a la salva de los 21 cañonazos y a cantar el himno. Estarán los milicos. Mi pareja medio que querría matarme por ello. Pero sostengo que el cambio tiene que provenir desde quienes más los hemos criticado, justamente, con conciencia y con sentido.
Algunos de estos, son otras personas. No hay que ser tan cerrado. Eso creo.
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