Ver a las comunidades originarias con la compañera presidenta en la Casa de Gobierno, amén de la marcha que se mandaron desde las puntas del norte de nuestro querido ispa, me acercó aún más a su manera de ver el mundo, aunque a mi me cueste un huevo poder efectivizar esa manera.
El Malón de la Paz del '46 sabemos, no terminó bien. A pesar de la buena fe del General, acceder a los pedidos de la población originaria en cuanto, sobre todo, a la tenencia de la tierra que les pertenece y perteneció por generaciones, se hacía bastante complejo en esos años, y no sé si por ser el primer año del Peronismo en el gobierno. Sin embargo, y a pesar de la represión y el hacinamiento en el Hotel de Inmigrantes y sin recibir respuesta favorable, los participantes de la movilización mantenían las esperanzas en el Peronismo y en el General. Y la mantuvieron durante años.
Por eso digo, como me cuesta esa manera oriental de concebir el tiempo. Uno quiere todo ya. Inmediato. Ellos esperan desde hace 500 años ¿Qué son 64 años más, no?
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