Complejo de inferioriiiiiida'

Durísimo este muchacho Sergio Carreras:

Córdoba - Gobernar, en Córdoba, es echarle la culpa a Buenos Aires. Al menos eso sucedió durante buena parte de las gestiones provinciales que le tocaron en suerte a la provincia desde la reinstalación de la democracia en 1983. Gracias a la destreza argentina en el campo de las reelecciones, en estos casi 30 años Córdoba sólo ha conocido cuatro gobernadores. Al primero y al último de ellos los une no solamente su pulsión por perpetuarse durante tres períodos en el sillón de mando sino también sus furibundas diatribas contra el monstruo porteño.

En el principio fue Eduardo César Angeloz, alias "El Pocho", quien entre 1983 y 1995 sostuvo frente a sus coterráneos no sólo que habitaban una "isla" de prosperidad en el centro de la República sino que, cuando la fantasía se hundió, descargó toda la responsabilidad en una conspiración urdida desde Buenos Aires para negarle los fondos frescos que lo hubieran puesto a resguardo del efecto Tequila en 1995. Hoy, es José Manuel de la Sota, alias "el Gallego", quien protagoniza una nueva remake en la que los malos vuelven a ser feos, sucios y determinan la ruina cordobesa desde sus oficinas en Buenos Aires. De la Sota (1999-2007, y 2011 hasta hoy) y su predecesor, Juan Schiaretti (2007-2011), llevan ya 13 años reclamando la deuda impaga que la Nación tendría con Córdoba, un tema que sobrevuela el rojo provincial.

A favor de los gobernantes con tonada hay que decir que en esta provincia hasta las actividades más prosaicas suelen devenir en exageradas reacciones de federalismo, rodeo de palabras para decir antiporteñismo. Ir a la cancha de fútbol, ver televisión, concurrir a un acto empresario son situaciones que pueden abrir la puerta a una unánime diatriba contra los porteños. No importa que en realidad se trate de riojanos, bonaerenses o santacruceños instalados provisoriamente en los despachos del Gobierno nacional: si están en Buenos Aires y sus alrededores, son porteños, no hay nada que discutir.

Acá todo.