viernes, 23 de noviembre de 2012

La pluma valiente (y no es de un buitre)


Ajá, mirá vos esta historia:

Son tiempos en que los escritos y las declaraciones públicas cuentan y demasiado. Y Griesa lo destacó ayer. Un ex funcionario de Economía hace 10 días llamó al secretario de Finanzas, Adrián Cosentino, y le señaló la importancia de esta cuestión. Es que la presidente Cristina de Kirchner y el ministro Hernán Lorenzino venían sistemáticamente efectuando declaraciones anticipando que no iban a cumplir con lo dispuesto por el juez Griesa y la instancia superior, la Cámara de Apelaciones, respecto al fallo que obliga al país a pagar a acreedores, entre ellos, fondos buitre, "pari passu" con el resto de los bonistas. "Un día alguien va a viajar a Washington a una reunión del BID y va a estar esperándolo a la salida de la manga del avión un funcionario de la Justicia norteamericana para detenerlo". Esa fue la advertencia. "Tienen que hacer un coaching con los abogados del estudio Cleary, Gottlieb, Steen and Hamilton (los letrados que representan al país en NY)". Tal fue el consejo. Es el riesgo de caer en desacato con la Justicia norteamericana. Casualidad o no, las declaraciones públicas de funcionarios fueron más contra el accionar de los fondos buitres que contra los fallos de los tribunales de Nueva York. Pero ya era tarde.

La firma de una declaración jurada es otra cuestión. Su no cumplimiento es grave. Francisco Eggers, la pluma valiente, asumió en su cargo de director en 2010 y el 6 de octubre de 2011 le fue renovado su designación transitoria por decreto de Cristina de Kirchner hasta tanto se cumpliera con los trámites legales previstos para su nombramiento en el Sistema Nacional de Empleo Público. En la presentación efectuada hace una semana, Eggers afirmó que "la República ha cumplido, está cumpliendo y cumplirá" con la resolución de Griesa de marzo de 2012. Habla de no alterar, limitar, los mecanismos de pago que efectúa la Argentina a los bonistas que aceptaron los canjes de la deuda efectuados en 2005 y 2010, para evitar el "pari passu", es decir, que cobren en sintonía, tanto acreedores (fondos buitres incluídos) que los rechazaron como los que lo aceptaron.

Ahora bien, astutamente, ese juramento de Eggers hacía referencia a que la República iba a cumplir en tanto y en cuanto durara el "no innovar" dispuesto por Griesa. Pero ¿qué pasa ahora cuando se definió el fondo de la cuestión? Ya no rige el "no innovar" y, por lo tanto, podría la Argentina modificar mecanismos de pago sin que Eggers haya incumplido su declaración jurada. ¿Viveza criolla? ¿Picardía legal? Igual quedó demostrado que con Griesa no hay más margen para esas picardías. Son tiempos difíciles para los que lo enfrentan.


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