Clase media, toda transformación política que deba darse en nuestra sociedad, debe complacer a la clase media, debe atraversarla. No alcanza si así no lo hace. En el caso del kirchnerismo, el BM acaba de publicar un informe que así lo demuestra. No digo nada nuevo.
El neoliberalismo también necesitó complacer a la clase media. Complacencia mutua, para que el capitalismo de mercado pueda sostenerse hasta obtener las ganancias suficientes.
Una de las claves para instalar el neoliberalismo como paradigma, sin dudas, lo sabemos, fue la de mostrar un estado ineficiente, corrupto, burocrático y falto de modernidad. A su vez, también fue necesario tratar de deslegitimar y estigmatizar toda protesta social, ya no necesariamente con represión, sino más bien con el fastidio o el cansancio de buena parte de esa clase media que además luego, seguramente reclamará la represión para evitar el malestar de las protestas sociales. No es que el menemismo no tuviera protestas y piquetes, sino que estaban totalmente deslegitimados, al menos en su primera etapa, pues los que protestaban "debían de dejar de robar al menos por dos años" y "ponerse a laburar" porque "acá el que no labura, es porque no quiere".
El poder económico lo sabe bien, por supuesto, y sabe que para ello son indispensables sus resortes mediáticos, comunicacionales, funcionando a pleno. Macri o Binner, quien sea, de ganar en 2015, la tiene servida, los años y años de despilfarro kirchnerista sólo podrán corregirse con endeudamiento, y la clase trabajadora deberá sufrir las consecuencias tardías del populismo, por lo tanto no serán bien vistas, para nada, las protestas sociales. En ese momento, muchos de los desocupados que serán reprimidos a palos y balas de goma recordarán cuando paraban por el impuesto a las ganancias, y quien te dice, m & m les pidan calma.
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