domingo, 3 de julio de 2011
Clientelismo, caudillismo, y "La Politica Científica"
Por
Unknown
Por el cro. Antonio
Recordando al Maestro Jauretche.
Jauretche nos decía que el caudillo era "el sindicato del gaucho", analizando esa relación indisoluble que se daba entre el pueblo y su líder. Y efectivamente es así, porque las necesidades existen y persisten a los vaivenes políticos y económicos y para las necesidades cotidianas es líder quien interviene, por un turno en algún centro médico, un traslado, un aval, una carta de presentación para un trabajo. Lo que va afianzando esos vínculos, pero hagámonos esta pregunta: ¿Qué es la política sino la resolución de los problemas de la gente?
Lógicamente que nos podemos perder en una inmensa hipérbole sobre las cosas que debe hacer la Política por la gente, y hasta podemos acordar en todas ellas, pero ¿Cuánto tiempo lleva poner en práctica ese acuerdo perfecto? ¿Y "endemientras"? ¿No nos enfermamos hasta que el sistema de salud sea perfecto? ¿No salimos a buscar trabajo hasta que no haya trabajo con salarios dignos para todos?
Desde Sarmiento con su relación amor-odio con Facundo, pasando por el inefable Juan B. Justo con Yrigoyen, los viejos y famosos caudillos radicales y conservadores de la década del '30 hasta el advenimiento del Peronismo y Evita siempre existió esa antinomia, y esa falta de "sintonía fina" con la realidad política y la realidad cotidiana.
Hasta llegar al fenómeno piquetero de fines de los ´90 con la emergencia de nuevos exponentes cuyos ejemplos paradigmáticos pueden ser D`Elía, Alderete, Toty Flores, por mencionar algunos cuyas carreras políticas tuvieron un inicio común (el desastre económico para luego encuadrarse en distintas corrientes políticas) pero que también floreció en múltiples referentes barriales de menor trascendencia periodística pero igual importancia.
Hoy día, muchísimos de esos referentes barriales se encuentran integrados o liderando Sociedades de Fomento, Cooperativas de Trabajo, los piquetes masivos han dejado lugar a otro tipo de actividades. Quienes fuimos parte de aquellas movilizaciones vemos lo menguadas que son las protestas actuales. Fui a muchas marchas, estuve en muchos piquetes, mi trabajo periodístico (más la simpatía por muchas de sus reivindicaciones) me hizo participe de gran parte de ellas, por lo que puedo hacer las comparaciones con un cierto grado de autoridad.
Hoy en el acto del Día de la Cooperación me reencontré con muchos de ellos, ya integrados con trabajo digno en Cooperativas de Trabajo y habiendo constituido su Federación, planeando integrarse y complementarse para encarar trabajos mas importantes. Pero mientras tanto pasaron ocho o diez años, y mientras tanto había que comer, vivir, amar, curarse, criar hijos...
Es muy fácil hablar desde el gabinete, con una biblioteca de fondo, sobre como se solucionan los problemas de "los demás" y despreciarlos porque al momento de emitir su voto eligen al que les soluciona el problema cotidiano, si total, nosotros estamos vestidos, alimentados, abrigados, con un buen techo sobre nuestras cabezas pensantes.
Así como es de fácil hablar de los hermanos pueblos originarios, sin hacer las cosas que nos cuentan las chicas de "Usted está cruzando el Trópico de capricornio" en su blog.
Inventamos una realidad y pretendemos que todo se amolde a esa realidad que solo existe en nuestra imaginación.
Jauretche nos decía "hay que acomodar la alpargata al pié y no el pié a la alpargata".
Y el pueblo es bastante menos gil de lo que algunos creen.
--
Antonio (el Mayolero)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
el último párrafo se lo contesto luego del ballotage en BA compañero!
Pocas frases de jauretche fueron menos ajustadas a la Historia!
Si uno mira la historia política de esta puta ciudad como dice Fito, no debería sorprenderse de que tengamos problemas o dudas o como quieran llamarlas sobre el balotaje. Pero si lo miran bien pasar de ser el justicialismo una pura comparsa electoral a ser la segunda fuerza sólida y constituída es todo un paso. Me parece que lo peor que nos puede ocurrir es el derrotismo.
Me parece que la frase sigue estando tan vigente como cuando la dijo o como cuando nos olvidamos de ella en los 70. Un abrazo
El caudillo no era un lider sindical, ni la montonera un sindicato.
El caudillo era esencialmente un patrón, por más popular y querido que fuera, era de una clase social diferente, y parte de la tropa eran peones suyos, y el resto peones de sus colegas, además de los reclutados.
Jauretche ha dichos cosas ciertas, algunas que son graciosas, y otras como esta que son verdura pura.
Marianito; me parece que no entendiste nada... Güemes (que era un caudillo)fue traicionado por los otros patrones terratenientes Salteños porque los obligaba a pagarle el sueldo a los peones movilizados, por ejemplo. El Chacho Peñaloza fue vilmente asesinado por negarse a que sus paisanos fueran enviados a la guerra conta el Paraguay. Hay que situearse en el contexto historico de cada cosa.
Aunque esos hechos fueran ciertos, estas marcando hechos puntuales dentro de una historia que ocupó todo el país y duró 40 años.
El caudillo era un jefe político militar que por su prestigio, origen de propietario rural, y una historia personal particular tenía mando sobre tropa de milicia a caballo, con notable grado de fidelidad. Unos pocos trascendieron ese rol, pero la esencia es esa.
Todos los caudillos tenían su propia agenda política, ligada en general a la defensa de su terruño, al que no dudo identificaban con el interés de su "gaucho".
Por eso es una de las sentencias más ridículas de AJ
Publicar un comentario