Un 2 de Abril.

Pero de 1963, por la mañana. Luego de la formación y el rato de Orden Cerrado, por primera vez teníamos un FAL entre manos con su munición completa. Eran las armas que la Patria ponía en nuestras manos para defenderla del enemigo.
El "enemigo" no tenía forma visible. Sería todo aquel que nuestros superiores indicaran. Estábamos allí para servir a la Patria, según nos decían desde hacía un mes, en que nos habían incorporado. Nuestra concepción de lo que era la guerra era puramente cinematográfica o de las historietas.
Lo mas aproximado era Ernie Pike o Robert Mitchum.

Y ahí estamos, cincuenta años atrás. Parados, Nelson Desperes, el que esto escribe, y "Pelusa" Actis Caporale, hincados; Luis Barzaghi, Marito Fichera y el Colorado Dionisio. El pibe de la canasta, que vendía pasteles, "Nicolita" Parazzuco (Los tandilenses saben de quien se trata), en el carrier, el Conductor Ejea. Detrás se ve al 2º Jefe del Regimiento 1 de Tanques de Caballería Blindada My. Daniel García.

En pocos minutos mas, entraríamos al polígono del Cuartel y por primera vez haríamos fuego real tirando al blanco. Nunca pudimos. El 2º Jefe en ese momento está recibiendo la noticia que se debía suspender todo ya que el Regimiento debería movilizarse a Magdalena, asiento del Regimiento 8 de Tanques que estaba siendo bombardeado por aviones de la Armada Argentina.

Al amanecer del dia siguiente, descubrimos que ni eramos Robert Mitchum, ni Ernie Pike, que el enemigo podía vestir un uniforme exactamente igual al nuestro, hablar nuestro idioma y hasta ser nuestro amigo desde la escuela primaria, hasta que podía ser el mismo tipo que con el 9 en la camiseta, apoyabamos todos los domingos, corriendo contra la raya de cal para "abrirle" la marca (yo jugaba "de cuatro"...), que las bombas y las ametralladoras de los aviones que nos atacaban provenían de tipos tan argentinos y soldados como nosotros, y que para abrir fuego con el FAL no se necesitaba pasar por el polígono. Que por solo el azar del sorteo, el "enemigo" podía llegar a ser el "Chiche" Dominguez, el otro conscripto clase '42 de mi pago Mayolero, (el que "jugaba de nueve") al que le había tocado Marina, y una semana después nos encontraríamos enfrentados, Sauce Grande de por medio, en el Paraje "Las Oscuras". Por la tarde del 3 de abril supimos que la sangre era roja para todos, que los muertos eran tan jóvenes como nosotros, que el viejo Pratt se había quedado corto al dibujar el efecto de las bombas. Y que los oficiales y suboficiales que se comían los chicos crudos, estaban tanto o mas cagados que nosotros...

Fue el final de la guerra de Azules y Colorados, una guerra que se venía incubando desde 1958, y que se había manifestado "en serio" en setiembre de 1962. Dejó tantos muertos como Malvinas, pero al menos los que fueron a las islas tenían Ingleses delante. Nosotros ni eso. Solo unos pobres miliquitos reclutas como nosotros que eramos tan jóvenes.

Hoy día hay "mentes brillantes" que piensan en la reinstauracion del SMO como herramienta eficaz para disminuir la "inseguridad" y enseñarles a los jóvenes el "respeto" por los "valores de la sociedad". ¡Que se la vayan a contar a otro! Eso si; piensan en eso para los "jovenes que no estudian ni trabajan" porque talvez no se animen a decir "los negritos de la villa"...(todavía)

Hoy 2 de Abril todos homenajeamos la memoria de los que cayeron en Malvinas. Yo me hago un lugarcito para recordar a mis compañeros de las clases '41 y '42 tan jovenes como los que estamos en la foto y que quedaron eternamente jóvenes, como eramos nosotros esa mañana del 2 de Abril de 1963, justo cincuenta años atrás, por balas y metralla de otros argentinos.

¡Ah! El autor intelectual de todas esas muertes aún persiste dando cátedra por televisión. Por si no lo sabe se llama Mariano Grondona...

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