Sin tener la pretensión de meterme en territorios que tan bien explotó Ariel Dorfman en "Como leer al Pato Donald" estos dìas han vuelto a mi mente recuerdos de infancia. Entonces, 60 años ha se llamaba El tio Patilludo, luego fue Tio Rico y despues Rico McPato, así como Dippy cambió su identidad a Tribilin y Pardal en Giro Sintornillos. De cualquer manera y como se le llame, el Tio Patilludo era un avaro y especulador con un curioso parecido al Tio Sam, ese especie de caricatura de los EEUU que solemos ver con su chistera con la cinta de las barras y estrellas.
Solía emprender aventuras en que su sobrino Donald y los respectivos sobrinos de éste (que por entonces se llamaban Huguito, Dieguito y Luisito) lo secundaban en la búsqueda de algun tesoro escondido en tierras lejanas, en base a algun plano rudimentario, del que se había apoderado, siempre engañando a alguien, por supuesto...
El Tío Patilludo tenía una bóveda o tesoro donde guardaba sus ganancias atesoradas, y se regocijaba bañándose en monedas de oro diariamente. No pesaba sus riquezas; el sistema de medición era una escala graduada que indicaba la altura del dinero acumulado.
No pasaba de ser la grotesca caricatura de un torvo avaro, que en todo veía una "oportunidad de negocios" (tal como nos adoctrinaban los bochos de la economía alla por los '90 cuando nos decían que había que alegrarse de la crisis porque precisamente era una "oportunidad de negocios").
Pero evidentemente, los expertos en manejo de opinion a través de los medios, creen que todos tenemos diez u once años de edad mental, y han vuelto a reflotar el imaginario de las bóvedas de atesoramiento, talvez en el intento de desviar nuestra atención del hecho que las transferencias electrónicas son mucho mas prácticas y seguras (relativamente; nada hay suficientemente seguro, y si nó preguntenlé a los que pusieron guita en algunos bancos que desaparecieron en hipotecas "subprime").
En el imaginario del "uomo qualunque" el "comprar campo" siempre fué la exteriorización de la riqueza mal habida de los politicos y sindicalistas corruptos, abstrayendose del razonamiento lógico de que si hay algo dificil de esconder es una estancia...
Ahora, se han puesto de moda las "bovedas de los Kirchner", tan difíciles de esconder y disimular como una estancia, casi casi le diría. Es no tener la mas minima idea de cuantas personas intervienen en la hipótética construcción de esas cosas. Materiales, Ingenieros, arquitectos, Maestros mayores de Obras, albañiles, proveedores varios...
Pero bueno; parece que pululan ciudadanos cuyo desarrollo intelectual se ha estancado en los diez años de edad...
4 comentarios:
Bueno, bueno, existe la transferencia electrónica, pero ¿qué hacer con el dinero físico de la coima?, ¿cómo hago para mandarlo por la computadora? Los campos no se ocultan, quién quiere eso, se oculta el precio que se pagó, que es otra cosa. Y sobre las bóvedas ahí sí que le doy la razón, porque las brujas no existen, pero etcétera.
Saludos
Es la isla del tesoro , falta Silver ,el Pirata Cojo , Jim Hawkins
y la merca que se sniafa el gordo Lalacra
Y no le digo nada Antonio cuando Lanata descubra el tema de la Pirámides que tienen en pleno Glaciar y que sirven para resguardar las riquezas de la dinastía.
Muy bueno! acabo de hacer un comentario en FB respecto de los superricos de hoy y como dudé del nombre que recordaba :Tío Patilludo, entré a google y encontré este blog. Genio! gracias! lo comparto con amigos y espero lo lea la gilada
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