Sujeto (agrario) y predicado

Por el cro. Antonio

Son las partes fundamentales de un lenguaje mínimamente entendible. Sin la existencia de ambos resulta imposible trasmitir una idea. Las complicaciones empiezan a ser visibles cuando el sujeto es tácito o sobreentendido, lo que suele acarrear no pocas discusiones y polémicas sobre lo que se está hablando.

Por ejemplo: el sujeto agrario. Y ahí surge la duda ¿a quién nos estamos refiriendo? Sociólogos y Antropólogos de probada solvencia intelectual y larga experiencia en el tema, como Norma Giarraca, Miguel Teubal, Hugo Ratier, Carolina Feito y otros tantos, han ido registrando los cambios y modificaciones en la población, costumbres, usos y la vida en general de quienes viven en el ámbito rural de la Pampa Húmeda . La despoblación, la concentración productiva, la asimilación de nuevas técnicas y prácticas laborales en aquellos que transcurren su vida en pequeñas poblaciones rurales "que no figuran en los mapas camineros, que sólo cuentan de las ciudades medianas y grandes" como dice el Licenciado Hugo Ratier en la introducción de su libro "Poblados Bonaerenses" . Hay que adentrarse en esa geografía polvorienta (o barrosa) según vengan o no las lluvias para intentar comprender quiénes son y con que material humano se cuenta cuando se predica sobre el sujeto agrario.

Porque toda construcción política (en el sentido no partidista) de aplicación de políticas agrarias, debe contar necesariamente con ese sujeto agrario, que debe ser el actor diario de esas políticas. Si no sabemos lo que dan los actores, corremos el serio riesgo de que la película sea un fracaso por muy bueno que sea el director, esmerados los vestuaristas, hábiles los maquilladores, imaginativo y brillante el guionista.

Si los actores no están compenetrados del rol que les compete la película va a ser un fracaso, aunque el productor invierta grosas sumas de dinero, la película no va a andar.

Ahora bien, ¿que hacemos con los actores? Porque son los que están en el escenario, y no hay otros.

Jauretche decía que "hay que acomodar la alpargata al pie, y no el pie a la alpargata" en una adaptación criolla al mito del lecho de Procusto, en el que este personaje mitológico tenía una cama para sus huéspedes y si el huésped era petiso lo sometía a un estiramiento para que entrara justo, y si el huésped era alto le recortaba las piernas. Eso si; así funcionaba la pensión de don Procusto, y sus huéspedes se retiraban o bien descoyuntados por el estiramiento forzoso, o definitivamente con muletas por la falta de parte de sus piernas.

Cuando predicamos sobre la Reforma Agraria, debemos fijarnos en quienes van a ser necesariamente los actores de esa película, y me da la impresión que hay una gran confusión sobre el tema, por la falta de actualización de algunos guionistas.

La despoblación chacarera ya la hemos desgranado en otros posteos, así como la imposibilidad de dar marcha atrás en el tiempo. Debemos asumir que el sujeto agrario en la Pampa Húmeda se ha raleado considerablemente y sus vidas han tomado otros caminos.

Si no se toman en cuenta estas realidades, se corre el peligro de estar hablando al cuete. "Charla 'e mamaos".

Por eso cuando alguien como Eduardo Buzzi predica Reforma Agraria, sería conveniente saber qué carajo entiende él por Reforma Agraria. Más justamente él, que tiene (o dice tener) la representacion de una parte de ese sujeto agrario.

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Antonio (el Mayolero)