jueves, 12 de mayo de 2011

Del Cooperativismo Agrario y el Proyecto Nacional (Parte IV)‏



Por el cro. Antonio



El semillero. Aquellos chacareros de antes, rara vez compraban semilla; al menos al por mayor. Sí compraban cada par de años una bolsas de semilla de trigo original (o sea directamente de semillero, con precintos de origen) que eran sembradas cuidadosamente aparte, y cosechadas previa escrupulosa limpieza de la cosechadora para formar lo que se llama "Primera Multiplicación", y ser utilizada como semilla general al año siguiente, y si sobraba, era moneda de cambio con algún vecino que hacía lo mismo con otra variedad.

   Por ello no resultó extraño que puestos a dirigentes cooperativos, pensaran en el semillero de futuros socios y dirigentes de las cooperativas que habían fundado. Muchos de ellos eran muy poco letrados, lo que no significa que fueran ignorantes ni tontos. Les faltaba ilustración formal, pero derrochaban sabiduría intuitiva.

   Así fue que en junio de 1944 promovieron y alentaron la formación de Juventudes Agrarias Cooperativistas en el seno de cada una de sus Cooperativas, como un modo de asegurar el porvenir de las instituciones "que ya afianzadas y en constante crecimiento" como dice en la Declaración de Principios miran al porvenir, "uniendo las juventudes agrarias con las urbanas trabajadoras y estudiosas".
   Con lo que se establecía un horizonte amplio de diálogo e intercambio de experiencias que apuntaba a una Nación integrada y no al establecimiento de compartimientos estancos de pensamiento a futuro.

   Su Primer Presidente fue el Dr. Alejandro Aramburu un muy joven abogado Olavarriense de raíz fundamentalmente chacarera y Cooperativista.

   Preexistían a estas Juventudes Agrarias Cooperativistas los llamados "Clubes de Campaña" donde por ahí a la par de una escuela y un Almacén se formaban estas agrupaciones juveniles con espíritu social y deportivo (generalmente futbolístico) pero que al ser permeadas por el espíritu cooperativo comenzaron a tener un sentido social mas amplio y trascendente que el baile de la Cooperadora o la Kermesse. Entró a tallar lo ideológico en el ambiente y se comenzaron tímidas discusiones sobre economía, tecnologías agrícolas que iban apareciendo, charlas de algún Veterinario o Ingeniero Agrónomo (que había muy pocos, pero había) y un lugar donde los Organismos Oficiales (Ministerio de Agricultura) podían amuchar interlocutores en ocasiones de algún plan de lucha contra alguna plaga, para un efecto multiplicador.

   Al formarse como Consejo Central de Juventudes Agrarias Cooperativistas y tener proyección nacional, se empezaron a realizar encuentros entre jóvenes de distintas zonas con caracteristicas y producciones disímiles, lo que iba ampliando el horizonte de pensamiento de sus participantes que tenían nuevas vivencias de otras realidades lo que iba ayudando al crecimiento intelectual de sus participantes, que a su vez trasmitían a los que habían quedado en el lugar de origen.

   El semillero estaba bien orientado; formar primero a las nuevas camadas de socios de las Cooperativas para que pudieran abarcar la importancia y complejidad del Movimiento, y luego de ellos irían surgiendo por decantación las nuevas camadas dirigentes.

  Hablo con mucho cariño de todo esto y con cabal conocimiento de causa. La mayor parte de mi formación personal la debo al Movimiento Juvenil Agrario Cooperativista, al que estuve ligado desde 1964 hasta 1984. Ingresé como sindico en mi JAC en San Mayol y llegue a ser Presidente de la Confederacion Argentina de Juventudes Agrarias Cooperativistas (equivalente juvenil de ConInAgro) pasando por la Secretaría del Consejo Central, y habiendo colaborado con éste en la parte de Capitación de nuevos Dirigentes por cinco años. Mucho recibí, y creo que algo dejé.

   Aparte, me dejó felizmente amigos desde el Chubut hasta el Chaco y Misiones por mencionar puntos extremos geográficos con los que seguimos en contacto y en comunión de ideas.

   También me enseñó espíritu crítico y cuestionador que me permite a veces ponerme cargoso mencionando errores y desaciertos, que como vengo diciendo y seguiré puntualizando han permitido que el espíritu con que fueron formadas las Cooperativas Agrícolas se haya ido desviando a través del tiempo y ahora a veces como dice el tango "La viera pasar del brazo/con quien no deba pasar..."·

   Disculpen amigos la lata, pero por ahí uno se pone sentimental recordando otros tiempos...
¿Me estaré poniendo "grande"?

   Después la seguimos.


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Antonio (el Mayolero)

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