La decadencia en la que se ve sumido Martín Capparrós es tal, que ahora escribe con la máxima aspiración que al menos tipos como nosotros, blogueros minímos, nos encarguemos de sus estupideces. Pero algo hay que reconocerle a este tipo que vaya uno a saber por qué, alguna vez fue tenido en cuenta por buena parte del progresismo, como un referente intelectual (cosa que suele pasar bastante seguido). Leamos:
De este compendio de lugares comunes y desprecio que es el artículo en cuestión podemos sacar nuevos elementos en la obra caparrosiana, ya sin tantas ironías; por ejemplo, al mejor estilo de La Nueva Provincia, nombrar a los dictadores con su nombre completo "Yo creo que la doctora Cristina Elisabet Fernández viuda de Kirchner", al mejor estilo "El dictador Fidel Alejandro Castro Ruz" como suele hacer el diario bahiense. También Caparrós muestra el porqué de sus bigotes al mejor estilo Alfredo Palacios al referirse a nuestra Conductora como "suputar las decisiones más íntimas de una señora", muy cerca del "esa señora" de los 40s.
Pero tal vez lo más valorable es que no se sonroja a la hora de usar argumentos demasiado pobres cual si estuviera en la cola de la panadería, como ser "Y creo que la doctora Fernández no se va a presentar a las próximas elecciones presidenciales porque es una mujer inteligente y sabe que tiene una cantidad de cosas atadas con alambre y el alambre no dura tanto tiempo. Sabe que el modelo de crecimiento que empezó en 2002 ya no funciona y que la inflación no para y que entonces el proceso de empobrecimiento y los reclamos –de ocupados y desocupados– no van a parar, y que es cuestión de tiempo hasta que todo estalle" o "los monopolios del transporte y la energía; son 48.000 millones al año, de los cuales por lo menos 16.000 –dos veces la Asignación Universal– están dedicados a mejorar las condiciones de vida de los menos necesitados, de los que podrían pagar esos servicios a su precio. Y sabe que esos subsidios no se pueden mantener así pero que el día en que los corten el que los corte se va a querer cortar algo más: lo que tenga según sexo y color, lo que le quede" y menos aún conceptos con sesgos racistas como ese resaltado.
Eso sí, mostrarse iluminado, en él, que nunca lo fue (No puede serlo un tipo que se aprovecha del éxito de un escritor de best-seller como Dan Brown para poder vender unos libros) le queda descolocado. Eso de que él y su pequeño grupo de amiguetes son quienes la tienen clara y se salvarán: Y creo que la doctora Fernández se va a presentar a las próximas elecciones presidenciales porque nunca en la historia reciente de esta gran nación argentina hubo unas elecciones tan fáciles, tan carentes de ninguna oposición coherente o articulada o siquiera realmente existente. El pueblo todo se equivoca, como en el '45.
Pero él tal vez esté contento, pues hoy ha conquistado al público que de haberlo registrado hace una década y media, lo hubiese puteado de arriba a abajo. En fin, mejor que Marcos Aguinis es. Bah, no sé ¿Toca el piano también? Seguramente en breve saque una nueva novela.
Por mi parte me despido del muchacho. Creo.
5 comentarios:
Como diría mi amigo Tuncho, mi coronel: "Este tipo es un intelectual venido a menos que nunca fue más".
Eddie
Caparrós podía analizar la situación política cuando ésta era mucho más pobre, cuando no había debate y lo único que se cuestionaba era la corrupción.
Para hablar de política, ahora, hay que haber leído un poco, lo mínimo. No parece el caso de Martín Emiliano Caparrós Abramovich (?).
Ayyyy! bramovich! (?)
Muy buena esa eddie
Me parece que se está gastando demasiado tiempo en un pelafustán y soplagaitas como Martín Caparros que nunca fue mas alla de ser un zascandil con suerte, que ahora como tantos de su ralea está volviendo a su real dimensión; a lo que siempre fué.
Che, lo del nombre completo es una muletilla USAmericana para los asesinos importantes Lee Harvey Oswald (así se scribía?) por ejemplo...
si lo psicoanalizás dice bastante, yo no soy psicólogo (o soy uno venido a menos q nunca fue más!!).
Y si usté no conspira un poquito me lo fusilan otra vez.
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