Acuerdos de cúpulas

Por el compañero Antonio



A raíz de los últimos posteos, que más que nada fueron intercambio de opiniones, donde los comentarios superaron a los contenidos originales, a tal punto que el Coronel se mandó un post con comentarios, que a la vez trajeron mas comentarios, nos fuimos derivando del tema inicial.
 
¿Cómo repercuten los acuerdos nacionales y provinciales en los distritos? Porque Almita, con razón, marca que tendemos a ver todo con la óptica de los grandes conglomerados urbanos.
 
Por razones de "peso específico" (léase ciudadanos votantes del distrito) no es lo mismo ser dirigente de Bahía Blanca que de Adolfo González Cháves en la decisión de los cargos seccionales. Esto en la 6ª; en la 5ª lo mismo con Mar del Plata y San Cayetano por dar sólo un par de ejemplos demostrativos.
 
Comentábamos los otros días con Gerardo Fernandez (Tirando al Medio) que ta lvez la sección en ese sentido mas pareja sea la 4ª donde todos los distritos son más o menos parejos, salvo Junín (que no es tanto). Trenque Lauquen, Pehuajó, Chivilcoy, son de similar peso electoral.
 
Cuando hay que armar frentes o agrupaciones de partidas, se hace desde la óptica de los dirigentes que vienen de grandes centros urbanos donde se ve la cosa más en lo macro, pero cuando esos acuerdos tienen que "bajar" (implementarse) a los distritos mas pequeños, donde son pocos y se conocen todos la cosa se empieza a complicar y a veces se complica mal.
 
Sobre todo cuando hay una pobreza dirigencial a nivel nacional o provincial que no logra generar figuras aglutinantes que superen la chatura.
 
¿Cuándo ibamos a imaginar que un partido como la Union Civica Radical no tuviera cuanto menos cuatro o cinco dirigentes que dieran la talla para aspirar a ser Gobernador de Buenos Aires? Un partido que reproducía ese esquema a nivel Municipal donde siempre había cuanto menos un par de figuras en condiciones de ser Intendente. Que después la ciudadanía los votase o no es otra historia (o harina de otro costado, como decia un paisano de mi pueblo que la iba de culto).

Y cuando llega la noticia de estos acuerdos es cuando todos se empiezan a mirar de reojo como diciendo "y a nosotros quien nos preguntó algo" y lo peor es que inmediatamente surge "y con qué autoridad hacen esto sin consultarnos" lo que significa en buen criollo que los dirigentes de orden nacional y provincial carecen del necesario sustento que significa la confianza de sus bases.

Entonces es cuando se produce la hégira (que no es la diáspora), Mahoma se va de la Meca a Medina y se realinea la cosa pero ya en otro lugar. En algunos casos, ya que en otros, el afiliado, aquel anónimo, se desalienta y se va para su casa. No deja de ser Radical pero ya en estado pasivo. Queda a la deriva.

Este es el estado en que el Radicalismo Provincial se encuentra en este momento. Haciendo asambleas y eligiendo candidatos que no saben si los serán y no ya por imperio de una interna (que convengamos ha sido una cultura del Radicalismo) sino por imperio de la lapicera de (¡¡horror!!!) un peronista.

Hace bastante tiempo en un post aca dije algo asi: "Nadie les pide que se hagan "K", solo les pedimos que vuelvan a ser radicales, el país los necesita, pero como radicales".

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Antonio (el Mayolero)